Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Venustiano Carranza retoma el movimiento revolucionario

El 19 de febrero de 1913, Victoriano Huerta dirigió un comunicado a los gobernadores de los estados y jefes de armas del país, en los términos siguientes: “Autorizado por el Senado, he asumido el Poder Ejecutivo estando presos el Presidente y su gabinete”.

En consecuencia del decreto, Venustiano Carranza giró una circular a los gobernadores haciéndoles conocer la actitud asumida por el gobierno de Coahuila e invitándolos a unirse al movimiento legalista.

Este es el texto de ese documento:

«El Gobierno de mi cargo recibió ayer, procedente de la capital de la república, un mensaje del señor general D. Victoriano Huerta, comunicando que, con autorización del Senado, se había hecho cargo del Poder Ejecutivo Federal, estando presos el señor Presidente de la República y todo su gabinete, Y como esta noticia ha llegado a confirmarse, y el Ejecutivo de mi cargo no puede menos que extrañar la forma anómala de aquel nombramiento, porque en ningún caso tiene el Senado facultades constitucionales para hacer tal designación, cualesquiera que sean las circunstancias y los sucesos que hayan ocurrido en la Ciudad de México… y cualquiera que sea  la causa de la aprehensión del señor Presidente y sus Ministros, es al Congreso General a quien toca reunirse para convocar inmediatamente a elecciones extraordinarias, según lo previene el art. 81 de nuestra Carta Magna; y por tanto, la designación que ha hecho el Senado, en la persona del señor general Victoriano Huerta, para Presidente de la República es arbitraria e ilegal, y no tiene otra significación que el más escandaloso derrumbamiento de nuestras instituciones, y una verdadera regresión a nuestra vergonzosa y atrasada época de los cuartelazos…

Por esto, el Gobierno de mi cargo, obedeciendo a nuestras instituciones, fiel a sus deberes y animado del más puro patriotismo, se ve en el caso de desconocer y rechazar aquel incalificable atentado a nuestro Pacto Fundamental, y en el deber de declararlo así  toda la nación, invitando, a todos los Gobiernos y a todos los Jefes Militares de los Estados de la República, a ponerse al frente del sentimiento nacional… para sostener al Gobierno Constitucional, emanado de las últimas elecciones, de acuerdo con nuestras leyes de 1910.

«Saltillo, Coah., febrero 19 de 1913.

  1. CARRANZA».

Los gobernadores quedaron a las órdenes de su movimiento.

Carranza se levantó en armas el 21 de febrero, víspera del crimen en contra de Madero y Pino Suárez.

La revolución encontró así a un líder constitucionalista.

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