En la lucha por la independencia de México las mujeres se significaron por su participación en todos los frentes.
Muchas de ellas, la historia no las recuerda Y algunas más, tienen huella anónima.
En la construcción de una sociedad libre, las mujeres fueron obligadas a permanecer dentro de los hogares, en los conventos y pese a los servicios a la patria, estaban impedidas para votar.
Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Mariana Rodríguez del Toro de Lazarín y Antonia Nava lucharon por la libertad y el ejercicio de todos los derechos, lograron la victoria, pero ellas nunca pudieron elegir en ninguna elección.
Ya antes, Olympe de Gouges, el 3 de noviembre de 1793 en Francia fue llevada a la guillotina por señalar que la Declaración de los Derechos del Hombre estaba incompleta sin los derechos de la mujer.
Olympe fue ejecutada, pero sus declaraciones permanecieron; fueron una luz que se convirtió en antorcha.
Con esas bases inició la primera ola feminista que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del siglo XX
En México, en la Revolución Mexicana, mujeres como: Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Dolores Jiménez y Muro, Margarita Neri, Hermila Galindo, Clara de la Rocha, Carmen Vélez, Amelia Robles Ávila, Carmen Serdán y Elvia Carrillo Puerto, se significaron por dar su vida en paralelo con los hombres para acabar con el despotismo de Porfirio Díaz y crear una nación democrática. Muchas de ellas, murieron y nunca fueron reconocidos sus derechos ni por sus compañeros de lucha.
Pero en el mundo, la primera ola avanzaba centrándose en la lucha por los derechos de las mujeres, especialmente el derecho al voto.
En distintas naciones se reconoce a mujeres que lucharon por que sus derechos fueran reconocidos y ejercidos.
Elizabeth Cady Stanton: fue una de las líderes del movimiento sufragista en EU. y autora de la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls.
Simone de Beauvoir: escritora Francesa que escribió «El segundo sexo», una obra fundamental en el feminismo.
Estas mujeres, son pioneras en la lucha por los derechos de las mujeres y sentaron las bases para el movimiento feminista moderno.
Su valentía y determinación son un legado duradero en la historia del feminismo que en México alcanzó un gran momento, cuando las mujeres pudieron ejercer su voto en elecciones políticas.
El 3 de julio de 1955 las mujeres mexicanas sufragaron por primera vez en una elección federal.
Un gran paso, pero aún había más camino por recorrer.
