Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Hiroo Onoda, el soldado que se rindió 30 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial

Tenía solo una vocación. Servir al imperio japonés.

La mística de los soldados japoneses en la Segunda Guerra Mundial los llevó a adoptar lealtad absoluta y luchar hasta la última bala, morir luchando.

La orden que recibió Hiroo Honoda era esa, la rendición no era opción, estaba considerada una deshonra, era preferible morir que entregar las armas.

Onoda nació el 19 de marzo de 1922. Contaba con 17 años, cuando fue a trabajar a la China.

Cuando cumplió los  20 años y tras la entrada de EEUU en la guerra, Onoda se formó en las filas del ejército.  A finales de 1944 Onoda fue destinado a la isla filipina de Lubang.

El mayor Taniguchi aclaró a Onoda, “Puede que nos lleve tres años, incluso cinco, pero pase lo que pase volveremos a por ti”

El militar Onoda y sus  hombres permanecieron en la isla y se mantuvo en luchando.

Onoda ya ostentaba el cargo de teniente y estuvo al mando de otros tres hombres, que pelearon junto a él en los años siguientes.

El 6 de agosto de 1945, EU atacó con la bomba a Hiroshima. El 9 de agosto, lanzó la segunda bomba en Nagasaki, y el 15 de agosto, Japón anunció su rendición.

Así concluyó la 2ª. Guerra Mundial para todos los países combatientes. Excepto para el teniente Hiroo Onoda.

Los oficiales al mando en la isla le ordenaron olvidar las órdenes originales y preparar la evacuación.

Pero Onoda no se rindió, recordó las órdenes recibidas de “esperar a que regresaran por él y sus compañeros”

Japón procuró dar a conocer el final de la guerra a grupos de soldados como el de Onoda, Pero Hiroo  y su grupo siempre lo rechazaron: lo consideraban propaganda. “Japón nunca se hubiera rendido ante EEUU”. Para ellos, la guerra continuaba.

De los soldados a las órdenes de Onoda, uno se rindió en 1950 a las fuerzas filipinas, otro fue abatido a tiros en 1954. Y el tercero murió también por disparos en 1972

Un estudiante llamado Norio Suzuki buscó a Onoda en la isla filipina en 1974.¡Lo encontró!  pero no logró convencerle de que el conflicto había concluido.

Entonces Suzuki localizó al mayor Taniguchi y lo llevó a Filipinas, ahí convencieron a Hiroo Honoda de rendirse.

¡Fue el 9 de marzo de 1974! 30 años después de haber concluido la guerra.

Onoda volvió a Japón y fue recibido como un héroe pues el cumplimiento era un valor necesario en su nación y murió en el año 2014 a los 91 años de edad.

¡Un ejemplo del cumplimiento del deber!

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