Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Hermila Galindo feminista revolucionaria.

Hermila Galindo Acosta nació el 2 de junio de 1886 en Villa Juárez municipio de Lerdo, Durango.

Su madre Hermila Acosta, falleció al tercer día de haber nacido Hermila.

Siendo adolescente acudió a la Escuela Industrial de Señoritas en donde aprendió taquigrafía, telegrafía, mecanografía e inglés.

Al morir su padre, Rosario Galindo, Hermila tenía 16 años, y comenzó a trabajar como profesora de taquigrafía en primarias  de Durango y Torreón.

En esa formación, Hermila entabló cercanía con el maderismo.  Y conociendo las barreras que tenían las mujeres en el plano social, intelectual y político se adhirió al colectivo «Admiradoras de Juárez», en 1906.

Un día, escuchando el discurso del abogado Francisco Martínez Ortiz, con  dura critica al régimen porfirista, Hermila decidió participar políticamente y reivindicar el papel de la mujer.

Con el afán de colaborar con el nuevo gobierno revolucionario, Hermila Galindo llegó en 1911 a la Ciudad de México. Ahí ingresó al «Club Abraham González» y se conmovió con las ideas vanguardistas y el concepto de «la mujer moderna», en cuyo centro se encontraba la emancipación de la mujer.

Tras el asesinato de Francisco I. Madero y la irrupción al poder de Victoriano Huerta, Hermila Galindo redobló sus esfuerzos de autonomía con respecto al hombre.

Debido a su manera de escribir y gran oratoria, se convirtió en la voz de la agrupación. Hacia finales de 1914, pronunció un discurso en el cumpleaños de Venustiano Carranza, a quien impactó de inmediato con sus palabras y la invitó a ser su asistente.

Desde entonces y hasta el asesinato del Jefe del Ejército Constitucionalista,  Hermila desarrolló sus actividades en todo  México, para difundir los principios del feminismo y del constitucionalismo.

Para que el individuo y la colectividad puedan existir por completo, la primera condición es que todos los órganos del cuerpo humano y del cuerpo  social funcionen normalmente. 

El Estado amputado de mujeres, está tan reducido a la impotencia como el individuo  a quien  se le ha amputado un brazo o una pierna…” Escribió Hermila Galindo

En 1953, vio el fruto de su trabajo cuando el Congreso y el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines aprobaron la reforma al artículo 34.° constitucional:

Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: Haber cumplido 18 años, y  Tener un modo honesto de vivir.

Hermila Galindo contribuyó con su lucha a la emancipación de la mujer.

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