Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Francisco Pizarro la traición y la ambición desmedida.
Francisco Pizarro nació en 1478 en Trujillo, España.
Era hijo de Gonzalo Pizarro, un soldado, y Francisca González, una mujer de origen humilde. Pizarro no recibió una educación formal y pasó sus primeros años trabajando como porquerizo, por lo que su infancia y juventud estuvo marcada por la pobreza, lo que fomentó su deseo de buscar fortuna en el Nuevo Mundo.
Siendo muy joven, Pizarro se embarcó hacia América en 1502 como parte de una expedición liderada por Nicolás de Ovando, gobernador de La Española.
Participó en la colonización de la isla y posteriormente se unió a varias expediciones militares, incluyendo la que dirigió Vasco Núñez de Balboa, quien descubrió el Océano Pacífico en 1513.
Este evento marcó el inicio de las ambiciones de Pizarro de explorar y conquistar tierras desconocidas al sur.
10 años después, en 1524, Francisco Pizarro formó una alianza con Diego de Almagro y el sacerdote Hernando de Luque para explorar las tierras del sur, donde se rumoreaba la existencia de un rico imperio. La avaricia los impulso a recorrer más territorio.
La primera expedición fue un fracaso debido a las dificultades climáticas y a que encontraron una férrea resistencia indígena. Sin embargo, en su segunda expedición (1526-1528), Pizarro llegó hasta las costas del actual Perú y tuvo contacto con representantes del Imperio Inca.
Tras regresar a España en 1529, Pizarro obtuvo del rey Carlos I las «Capitulaciones de Toledo», que le otorgaban permiso para conquistar y gobernar las tierras descubiertas.
Una vez más se hizo a la mar y en 1532, con un pequeño ejército de alrededor de 180 hombres y 37 caballos, Pizarro le tendió una celada al Inca Atahualpa en la Batalla de Cajamarca y masacrando a incas desarmados Pizarro logró capturar al emperador.
La relación entre Pizarro y Diego de Almagro -ambiciosos los dos- se deterioró debido a disputas sobre el reparto de las riquezas y territorios conquistados. Almagro intentó tomar control de Cuzco, lo que resultó en un enfrentamiento armado. Pizarro salió victorioso, y Almagro fue ejecutado en 1538.
Sin embargo, esta victoria no puso fin a los conflictos. En 1541, un grupo de seguidores de Almagro, conspiraron contra Pizarro y el 26 de junio de ese año, Francisco Pizarro fue asesinado en su palacio en Lima.
Su legado sigue siendo objeto de debate, simbolizando tanto la ambición como la brutalidad de la época de la conquista.