Cultura

MUTEK: un festival de música y tecnología que se ‘adelantó a su tiempo’

  • Desde 2003, este festival ‘adelantado a su tiempo’ se ha convertido en uno de los más importantes y de vanguardia musical en el país.

Lo que comenzó como un experimento rarísimo acabó como uno de los festivales de vanguardia musical más importantes de México. Proveniente de Montreal, el MUTEK llegó al país en 2003 como un festival muy adelantado a su tiempo. Y es que en ese año el país no estaba preparado para tremenda sinergia entre música y artes digitales. Sólo para darnos una idea, los mexicanos apenas se enteraban desde sus televisiones que, del otro lado del mundo, existía algo llamado WiFi.

En aquellos tiempos, era comprensible que casi nadie supiera a ciencia cierta qué era el MUTEK. El gran desafío de la humanidad, entonces, consistía en poder hacer transferencias bancarias desde el celular.

“Muchos no comprendían de qué se trataba el festival. Hoy, sin embargo, MUTEK atrae más públicos y se ha consolidado. La revolución tecnológica ha cambiado por completo nuestra noción de escuchar, acceder, comunicar y entender la música”, asegura en entrevista Damián Romero, director y fundador de MUTEK, que este año celebra su decimosexta edición, la cual se llevará a cabo del 18 al 24 de noviembre en distintas sedes de la Ciudad de México.

La alineación de MUTEK 2019 es de lujo. El cartel incluye, entre muchas otras actividades, una pieza de Brian Eno llamada Condenser y una instalación inmersiva de Max Cooper, en colaboración con Architecture Social Club, titulada Aether. Dos platos fuertes verdaderamente imperdibles.

MUTEK es un festival internacional vanguardista que explora las infinitas posibilidades del sonido a través de las tecnologías más avanzadas mediante piezas escénicas-digitales, performances, instalaciones, arte inmersivo y propuestas arriesgadas que transitan entre la música electrónica y las artes digitales.

Aether es otra opción que tampoco se pueden perder los espectadores. Se trata, explica Romero, de una instalación inmersiva diseñada por una de las duplas más fascinantes del arte digital contemporáneo (Max Cooper + Architecture Social Club), que funciona como un instrumento emocional narrador de historias a través de un mapeo audiovisual de formas abstractas.

Romero sostiene que MUTEK es el ejemplo de que la perseverancia alcanza su espacio en el tiempo. Aún recuerda cuando en aquella primera edición del festival de 2003 los más entusiasmados con el proyecto eran sólo un puñado de personas con poca experiencia y pocos recursos. “Sigo sin entender cómo logramos sobrevivir a la idea, ya que la mayoría de los contenidos eran de acceso gratuito”, recuerda. Y reconoce que el encuentro jamás hubiese sido posible sin el apoyo de instituciones públicas como la UNAM, el Laboratorio de Arte Alameda, el Claustro de Sor Juana y el Museo Tamayo.

La situación hoy ya es distinta. MUTEK ahora promedia 400 mil asistentes en sus 16 ediciones y cuenta con socios comerciales y patrocinadores que van desde Adidas, Red Bull y Museo Jumex hasta marcas como Comilona –que hace rutas gastronómicas en la Ciudad de México– y We Love Burgers. Todo un caso de éxito comercial en un país que no ha sabido aprovechar del todo su riqueza artística y cultural.

“Los tiempos han cambiado drásticamente. El arte desarrollado con tecnología ha sufrido una evolución sumamente positiva al maximizar su poderío a través de las facilidades y alternativas que esta poderosa herramienta provee a la imaginación y materialización de los creadores”, señala Romero. “Dieciséis años significan un periodo extenso y transitorio generacional, por lo que es palpable que el crecimiento del festival está relacionado con las nuevas generaciones, mismas que expresan una mayor curiosidad y entendimiento a nuestros contenidos dada la naturaleza de su relación empírica con la tecnología”.

Con información de: https://elfinanciero.com.mx/

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