Salud y Belleza

Mucílago de nopal

Comer “nopalitos” guisados de diferentes formas es una costumbre frecuente y sabrosa de los mexicanos.

Es por eso que estamos familiarizados con lo que se conoce como la “baba del nopal”. Cuando se cuece esta cactácea, Opuntia ficus indica, suelta un mucílago bastante viscoso que por lo general se desecha.

Los químicos han observado que dicha sustancia tiene propiedades que son útiles para purificar el agua. El mucílago consta de una parte líquida y un gel. Si éste se agrega a un contenido de agua con partículas suspendidas, como tierra o arena, bacterias o metales pesados, como el arsénico, las engloba y arrastra al fondo del recipiente.

Después de 36 horas de haberlo agregado, al decantar y analizar el agua, se observa que ésta ya no contiene partículas en suspensión y que el arsénico se removió en un 50 por ciento.

En los métodos tradicionales de potabilización se le agrega al agua sulfato de aluminio; éste también forma con el líquido un gel que atrapa las partículas suspendidas.

Sin embargo, el del nopal actúa en menos tiempo, es más efectivo y menos costoso que la sal de aluminio. Una población llamada Temamatla en el Estado de México, además de ser buena productora de nopales, tiene problemas con el agua de consumo. Ésta es turbia, dado que arrastra mucha tierra y arena y contiene además concentraciones peligrosas de arsénico.

Los investigadores tienen el proyecto de instalar allí un sistema de filtración con gel de nopal en fecha próxima.

Por otro lado, el equipo analiza también la composición y estructura química del gel para identificar la sustancia o zona molecular que confiere estas propiedades a la baba del nopal

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