Economia

México, el país con mayor tasa de desempleo para migrantes venezolanos

Ciudad de México, 30 de enero del 2024.- México es por mucho el país del Proceso de Quito donde las y los migrantes venezolanos enfrentan mayor desempleo. Según una investigación del Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés) el 53% de las personas que dejaron Venezuela en busca de una mejor vida en este país no tiene trabajo remunerado.

El Proceso de Quito es una iniciativa de 13 países de América Latina para coordinar la respuesta a la crisis migratoria venezolana. La primera reunión sobre el tema se llevó a cabo en Quito, Ecuador, en septiembre de 2018.

Los Estados miembro son: México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guyana, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay. El primer acuerdo al que llegaron fue reforzar las políticas de acogida, combatir la discriminación, la intolerancia y la xenofobia y mejorar los mecanismos de regulación para promover y respetar los derechos de los migrantes, entre otros.

Pero a cinco años de la primera declaración, México es el país donde las personas venezolanas tienen menos integración laboral. Mientras la tasa de desempleo general es de 2.6%, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la de venezolanos es de 53%, una diferencia de casi 50 puntos porcentuales.

El segundo país con la mayor tasa de desempleo de personas venezolanas es Perú, donde 33% no tiene un trabajo remunerado. Según el MPI, en dicho país andino la tasa de desocupación nacional es de 8.1%, por lo que la diferencia entre ambas poblaciones es de casi 25 por ciento.

Ecuador, el país anfitrión de la primera reunión, es el tercer país donde las y los migrantes venezolanos encuentran menos trabajo. Sin embargo, la tasa de desocupación se ubica en 19.4%, mucho menos a la que prevalece en México.

Registro de la diversidad de perfiles

Desde 2015, más de 7.7 millones de personas habían emigrado de Venezuela; de ellas, 6.5 millones se han desplazado a otros países de América Latina y el Caribe, señala el MPI en el reporte “Un camino sinuoso hacia la integración: Regularización de migrantes venezolanos y perspectivas del mercado laboral”.

Tal dimensión de desplazamientos “ha desafiado a los gobiernos de toda la región a replantearse la forma en que gestionan los movimientos en sus fronteras, así como la integración de los inmigrantes dentro de ellas”.

Muchos gobiernos han ido reconociendo que la migración venezolana “no será un fenómeno de corto plazo”, por lo que se requiere “de un enfoque a largo plazo”.

Pero para lograrlo, “los países tendrán que hacer una evaluación crítica de sus instituciones y políticas de gestión de la migración y de integración y asegurarse de que los actores claves, que van desde el sector privado y la sociedad civil hasta los distintos niveles de gobierno, puedan unirse en torno a objetivos comunes”.

Para el MPI, el primer paso es comprender que los mecanismos de registro y regularización han afectado a la integración económica de las personas venezolanas hasta la fecha. Y no sólo el de esa población, sino el de otras poblaciones migrantes.

No obstante, el registro es un necesario siguiente paso, sostiene dicho instituto, pues eso le permite a las autoridades del país de acogida conocer las características de la población migrante y planificar mejor las políticas de regularización e integración.

“Los desplazados varían en cuanto a su origen económico, nivel de educación, formación y competencias profesionales, edad, redes sociales y fecha de entrada. Cada una de estas características afecta al grado de integración de los venezolanos en el mercado laboral”, señala la organización.

Las políticas migratorias de México

Colombia es el país que ha recibido a más personas migrantes venezolanas, son más de 2.9 millones de personas, lo que representa la tercera parte de los desplazamientos, indica el reporte. Le sigue Perú con 1.5 millones de personas y aproximadamente medio millón en Brasil, Ecuador y Chile, respectivamente.

“El resto de la región acoge a unos 700,000 migrantes y refugiados venezolanos”. A México llegaron 82,623 de manera documentada en 2022, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria. Dicha oficina registró 63,032 de enero a noviembre de 2023.

México no es uno de los países con mayores asentamientos de población venezolana, pero sí es donde tienen mayores problemas para acceder y encontrar un empleo.

Desde enero de 2022, el gobierno mexicano les exige visa para entrar al país “en calidad de visitantes sin permiso para realizar actividades remuneradas. Dichas actividades incluyen: turismo, tránsito, negocios, estudios de corta duración, competencias deportivas, entre otras”, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Pese a ello, el reporte de MPI ubica a México, junto con Brasil y Costa Rica, como los únicos países del Proceso de Quito “que han utilizado sus sistemas de asilo para concederles a los venezolanos un estatus regular temporal y algunos”.

En México las personas migrantes indocumentadas pueden regularizar su situación por razones humanitarias, solicitando asilo político o estatus de refugio. Esto les permite eliminar las restricciones para tener un empleo en la economía formal.

Además, México y República Dominicana “han concedido estatus regular a algunos venezolanos basándose en el matrimonio u otras relaciones familiares”. Sin embargo, apunta el reporte, hacen falta muchas y mejores políticas de integración de la población migrante venezolana.

Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/

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