Opinión del Día

LA LUCHA ES A VECES… TRÁGICO BALLET

Fueron los primeros héroes en el barrio

Fueron los primeros ídolos que admiramos

Su destreza, su fuerza, su flexibilidad, sus atléticos cuerpos, sus portentosos vuelos de “poste a poste”  nos ilusionaron. ¡Los hombres podíamos volar! –nos dijimos-

Sus topes voladores nos dejaba estupefactos, sus llaves y contra llaves causaron sorpresa,  la escuela definida entre rudos y técnicos nos inclinamos a uno y otro bando.

Sus vestimentas;  ¡sus máscaras nos asombraron!, el anonimato; el no saber quiénes eran, aumentaban el misterio, -nos intrigaron-  el enigma aumentó su popularidad. Y los adoramos…

Eran la personificación de aquello a lo que aspirábamos Ser.

La lucha técnica a ras de lona  era un rudo ballet

La apuesta de Mascara vs Cabellera generaba entusiasmo en las carbonerías, en los bares, en las taquerías, mercados, en los camiones urbanos que recorrían las ciudades, y en las  tepacherías. En todo lugar se hablaba de la Lucha Libre y sus gladiadores … y sus apuestas!

Las revistas especializadas contenían las hazañas de los luchadores. Los posters en color sepia de los favoritos del Pancracio. “del que tiene todo el poder” (dice la etimología griega) eran exigidos por los aficionados.

Lucha Libre, Box y Lucha, El Halcón, El Santo, y recientemente Triple AAA, todas han tenido un nicho de mercado multitudinario.

Las taquillas de las arenas de la lucha libre se abarrotaban

Los niños pedían ¡una máscara, una capa…! el ajuar todo de su luchador favorito para portarla con orgullo a la hora de “ir por el petróleo o a la tienda”

¡Sus nombres eran un reto a la imaginación!  Karloff  Lagarde, El Matemático, Dr. Wagner, Coloso Colosetti, Huracán Ramirez, Tonina Jackson, Mil Máscaras, Blue Demon, El Solitario, Gori Guerrero, Santo, Canek, Pierroth, Tinieblas, Septiembre Negro, Octagón, Anibal, Pirata Morgan, Blue Panther, El Rayo de Jalisco, El Murciélago Velázquez, Dorrel Dixon, El Nazi, Ray Mendoza, Adorable Rubí, Black Shadow, Dos Caras, El Cobarde y El Perro Aguayo…

En tiempos mas recientes; Conan, El Vampiro Canadiense, Salomón Grondy, El Mocho Cota, Mascara Sagrada, Atlantis, Super Muñeco, Fuerza Guerrera, El Negro Casas, y El Hijo del Perro Aguayo…

Todos ellos maestros en la ejecución de “llaves” que como alumnos aprendieron del maestro Cuauhtemoc el “Diablo Velazco”, creador de  la escuela tapatía de Lucha Libre.

Recordamos a estos luchadores con llaves como “la cruceta”, francotirador” “la tlacolpeña” “la nórdica”  “el martinete”  “candado invertido al pié” “la noria” “la dormilona”  y “la tapatía” entre otras… todas muy dolorosas, eso si.

En éste breve recuento escuchamos que aun hay quienes proclaman que la Lucha Libre “es una farsa” “que no se pegan de a de veras” “que son patrañas” que la Lucha libre no es un deporte, que es una patraña. Eso dicen… los que dicen

Algunos de los mencionados hoy, la historia lo registra; quedaron lesionados de por vida, otros se recuperaron, y es triste, pero muchos perdieron la vida después de un enfrentamiento.

La Lucha Libre no era… ¡Es! Recordamos a los veteranos pero los actuales tienen su propia historia.

La Lucha Libre es un deporte espectáculo realizado por verdaderos atletas. Fisiculturistas, acróbatas cotidianos… Son los luchadores; artistas en una escenografía producida por ellos mismos. Los luchadores y luchadoras, son hombres y mujeres que en la disciplina sustentan su éxito

Hay un arduo trabajo para colocar contra la lona a su oponente en la lucha “a dooooos de treeeees caídas sin líiiiiimite de tieeeeempo”como gritaba Antonio Padila “el Picoro”  anunciador de la Arena  Coliseo y la Arena México.

En cada combate los minutos son ¡emocionantes! ¡adrenalina pura! Y entre porras y gritos, los gladiadores buscan rendir, someter a su contrincante e inmovilizarlo para que el referee golpeé -tres veces- la lona con la palma de su mano –pam… pam… pam… para declarar derrotado al inmóvil…

Los aplausos se dejan escuchar, los silbidos para el derrotado también, la petición de revancha es inmediato, los “cubeteros” se apresuran a servir “las otras” los luchadores después del combate se retiran… y se van, en ocasiones a sus camerinos… los aficionados vacían el coliseo… la luz se apaga y queda en la penumbra el duro silencio… fue la última lucha.

Así viven y así quieren morir los luchadores… En el ring.

Y así aconteció con el Hijo del Perro Aguayo…

Subió al ring el pasado fin de semana en Tijuana sin saber que sería su última lucha. El trágico final, producto de una lucha accidentada le arrebató la vida… murió el gladiador…

El hijo del Perro Aguayo, -tal era su nombre de batalla- luchó con denuedo, con inteligencia, puso en juego su  destreza, su fortaleza y en su última lucha Vs El Rey Mysterio Jr.  El Hijo del Perro Aguayo… Perdió la vida.

La Lucha Libre está de luto…

Un lamentable accidente la ennegreció… la enluteció…

El Hijo del Perro Aguayo luchó en el ring y perdió… luchó por su vida en el quirófano y… perdió

La lucha Libre, como todas las luchas no es de a mentiras…

Es de verdad…

El triunfo se puede discutir, puede ser o no… la muerte no se discute, esa es real!

Este deporte espectáculo esta echa de sangre sudor y lagrimas

Murió el ídolo, el deportista, el artista, el hombre, el hijo… murió el ser humano…

Descanse en paz…

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