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Insta el Papa a liberarse de las cadenas del rencor en Navidad

Ciudad del Vaticano, 26 Diciembre de 2015 (Notimex).- El Papa Francisco instó hoy a todos a liberarse de las cadenas del rencor y aseguró que la luz del amor vence el odio e inaugura un nuevo mundo, en una de sus primeras reflexiones públicas durante este periodo de Navidad.

Antes del rezo de la oración mariana del Angelus, este mediodía con miles de personas congregadas en la Plaza de San Pedro por la fiesta de san Esteban, Francisco constató que, tanto ayer como hoy, aparecen en el mundo “las tinieblas del rechazo de la vida”.

Pero sostuvo que el perdón puede transformar esta realidad porque -como dice la palabra misma- es la expresión más alta del don.

“Recordémoslo, nos hará bien: si queremos avanzar en la fe, ante todo se necesita recibir el perdón de Dios, encontrar al padre, que está listo a perdonar todo y siempre, y que justamente perdonando cura el corazón y reaviva el amor”, señaló.

“No debemos jamás cansarnos de pedir el perdón divino, porque sólo cuando somos perdonados aprendemos a perdonar. Pero perdonar no es algo fácil, es siempre muy difícil”, agregó.

El pontífice precisó que sólo con la oración se pueden perdonar las pequeñas o grandes injusticias que cada uno sufre todos los días y es posible superar el resentimiento confiando al culpable del mal recibido a la misericordia de Dios.

Reconoció que todos viven una constante “lucha interior”, llamó a purificarse del mal con la oración y el amor, que libera de las cadenas interiores del rencor. Y exclamó: “¡es muy feo vivir en el rencor!”.

“Cada día tenemos la ocasión para ejercitarnos en perdonar, para vivir este gesto tan alto que acerca el hombre a Dios. A través del perdón vencemos el mal con el bien, transformamos el odio en amor y hacemos así el mundo más limpio”, ponderó.

Más adelante señaló que en estas semanas recibió muchos mensajes de buenos deseos desde Roma y de otras partes y como no le fue posible responder a cada uno expresó su “más vivo agradecimiento, especialmente por el don de la oración”.

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