Pachuca, Hgo., 29 de agosto de 2016
El Instituto Hidalguense de las Mujeres (IHM) clausuró cursos en diversos municipios del estado, derivados del Programa Capacitación para el Autoempleo 2016, el cual benefició a 11 mil 768 mujeres, con una inversión de 949 mil 500 pesos.
María Concepción Hernández Aragón, directora general del IHM, resaltó que este programa ha significado grandes beneficios en dos sentidos; por un lado se da empleo a mujeres quecomparten diversos saberes, y por otro se otorga herramientas prácticas a las participantes, potenciando sus habilidades productivas que les permitan autoemplearse, ya que al comercializar los productos realizadosgeneran recursos para el sustento familiar.
De este programa se han impartido en lo que va del año, 633 capacitaciones en los 84 municipios, algunos de los cuales realizaron ceremonias de clausura, a fin de mostrar el resultado de este trabajo que es de gran utilidad para mujeres que desean incursionar en el empleo no formal.
Ejemplo de ello es Atotonilco El Grande, donde fueron clausurados cursos de Decoración de Globos, uno de los de mayor demanda, en las comunidades de Montesillos, Cerro Colorado, Chichipilco y Cumbre de Tezahuapa, mientras que en Cumbre de Izahuapa y Metlapa concluyó el de Repostería y Panadería.
Otras habilidades impartidas al interior del estado, fueron las relacionadas con el cultivo de hongos zetas, huertos familiares, zumba, tecnologías domésticas (cloro, jabón, fabuloso), figuras de bombones, tejido y pintura.
Durante la administración del gobernador José Francisco Olvera Ruiz, se han invertido 11 millones 715 mil pesos en este programa, a través de 6 mil 778 cursos de capacitación, impartidos por 4 mil 267 capacitadoras (50 por ciento de las cuales son jefas de familia), en beneficio de 150 mil 698 mujeres.
Finalmente, la titular del IHM destacó que este programa es parte de las acciones para el empoderamiento económico de las mujeres que emprendió el Gobierno del estado durante estos seis años, a través de otorgarles herramientas que favorezcan su desarrollo integral, el de sus hijos e hijas, de tal manera que fortalezcan su toma de decisiones en pos de una mejor calidad de vida, y que no sea el factor económico el que les condicione a tolerar situaciones de violencia.
