Salud y Belleza

Estos son los ‘otros síntomas’ que un grupo de científicos descubrió sobre COVID-19.

  • Investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard hallaron que el nuevo coronavirus puede atacar células clave en la nariz, lo que provocaría estos deterioros en los afectados.

El nuevo coronavirus puede atacar células clave en la nariz, lo que explicaría el inusual descubrimiento de que algunas personas que padecen de COVID-19 pierden su capacidad de olfato y gusto, hallaron investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard.

Su estudio de datos genómicos de humanos y ratones halló que ciertas células en la parte posterior de la nariz albergan las proteínas con formas distintivas a las que el coronavirus apunta para invadir el cuerpo. La infección de estas células podría conducir directa o indirectamente a un sentido del olfato alterado, dijeron en un artículo publicado el sábado.

Médicos de todo el mundo informan casos anecdóticos de COVID-19 en los que los pacientes han experimentado una pérdida total o parcial abrupta e inexplicable del olfato y el gusto. Las condiciones, conocidas médicamente como anosmia y disgeusia, respectivamente, son “síntomas significativos” asociados con la pandemia, dijo la Academia Estadounidense de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, el 22 de marzo.

El grupo, con sede en Alexandria, Virginia, propone que estos síntomas se agreguen a la lista de elementos de detección para una posible infección por COVID-19. Aquellas personas con estos síntomas, en ausencia de otras causas conocidas, deberían considerar el autoaislamiento y hacerse la prueba, dijo el grupo.

La inflamación en la cavidad nasal provocada por la infección que causa la pandemia puede alterar el sentido del olfato, dijeron David Brann y Sandeep Robert Datta, del departamento de neurobiología de la Facultad de Medicina de Harvard. Pero también es posible que el virus infecte y dañe células en el epitelio nasal requeridas para la función olfatoria normal.

Descubrir la causa de la pérdida sensorial tiene implicaciones importantes para apoyar el diagnóstico y determinar los efectos de la enfermedad, dijeron los investigadores.

“Además, los pacientes con disfunción olfativa persistente corren el riesgo de déficits nutricionales, de lesiones debido a la incapacidad de detectar ‘olores peligrosos’ como humo, gas y alimentos en mal estado, y de desarrollar trastornos psiquiátricos, particularmente depresión”, indicaron.

Hasta este lunes existen 755 mil 591 casos confirmados de COVID-19 y 36 mil 211 muertes registradas en el mundo por la enfermedad.

Con información de: https://www.elfinanciero.com.mx/

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