Colaboraciones

Enfoque GLOCAL. Desarrollo Económico Local, Marco para Implementación de Objetivos de Desarrollo Sostenible

M.E.R Joaquín García Galván.

La definición de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU empezó en 2013 con un proceso inclusivo y participativo sin precedentes, que reunió a todos los actores relevantes para analizar la naturaleza y alcance de los nuevos objetivos. En 2014, a la luz de la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el proceso se concentró en un aspecto que a pesar de no haber sido considerado previamente, empezó a ser muy relevante: ¿Cómo implementar estos objetivos?

En resumen, las discusiones enfocaron los factores que determinarán la implementación efectiva y el impacto, y las modalidades para incorporar estos factores en el debate global y en las prácticas de los gobiernos subnacionales en cuanto a planificación y prestación de servicios.

Para fortalecer el proceso, se identificaron algunos conceptos clave de estas modalidades de implementación: indicadores de monitoreo y evaluación, mecanismos de financiación innovadores, y marcos legales propicios. Se organizaron varios diálogos para discutir sobre los medios ‘suaves’ para implementar los futuros ODS; entre éstos, el diálogo sobre la “Localización de los ODS” demostró la importancia del enfoque territorial para el desarrollo humano sostenible (DHS), como estrategia concreta, pragmática, transversal y complementaria de las políticas nacionales de desconcentración y/o descentralización que muchos países están llevando a cabo.

El Desarrollo Económico Local (DEL) como marco para la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: dimensiones clave y áreas de convergencia

El enfoque DEL se caracteriza por una perspectiva transversal e intersectorial que abarca los marcos legales e institucionales, la participación ciudadana y el acceso a los recursos, la creación de capacidades, la gestión del conocimiento y de las innovaciones, y la integración de diferentes actores, áreas temáticas y niveles administrativos, como parte de un marco de articulación multinivel que vincula la dimensión local a las esferas regionales, nacionales y globales. Al fin y al cabo, el DEL tiene el potencial de incidir en las economías nacionales y globales a través de un paradigma ascendente (bottom-up).

Los “Diálogos sobre la Localización” de los ODS confirmaron el potencial del enfoque territorial como base válida para implementar estos objetivos. A su vez, el DEL puede actuar como correa de transmisión para integrar muchas de las áreas temáticas y dimensiones asociadas a la implementación de los ODS a nivel local.

El enfoque DEL demuestra ser particularmente relevante para la consecución de ODS específicos, como modelo transversal que trata y afecta (directa o indirectamente, y con intensidad variable) uno o varios de los nuevos objetivos, dependiendo de los países y de las circunstancias regionales y/o locales. Esto incluye poner fin a la pobreza y reducir la desigualdad (objetivos 1 y 10); poner fin al hambre a través de la agricultura sostenible, la seguridad alimentaria y las modalidades sostenibles de consumo y producción (objetivos 2 y 12); promover la igualdad de acceso a la salud, la educación, al agua potable y al saneamiento, y a la energía, a través de sistemas de suministro justos y sostenibles (objetivos 3, 4, 6 y 7); lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y niñas (objetivo 5), promover el crecimiento inclusivo, el empleo y el trabajo digno (objetivo 8); construir una industrialización sostenible a través de infraestructuras resilientes e innovación (objetivo 9); lograr ciudades sostenibles y resilientes (objetivo 11); adoptar una gestión medioambiental eficiente y sostenible (cambio climático, recursos marinos, tierras y bosques, biodiversidad – objetivos 13, 14 y 15); promover sociedades pacíficas e inclusivas (objetivo 16); y revitalizar la alianza global para el desarrollo sostenible (objetivo 17).

Al mismo tiempo, el enfoque DEL ofrece un denominador común potencial y un marco estratégico y operacional general para abordar los retos de la implementación de los ODS a nivel local, a través de la promoción de vínculos y complementariedades como parte de un enfoque holístico y multidimensional.

Los elementos clave que vinculan el DEL y la localización de los ODS provienen del carácter inclusivo, integrado y participativo del enfoque DEL, que es universal y suficientemente flexible para ajustarse a contextos y dinámicas diferentes.

Existe entonces la oportunidad de definir las áreas de trabajo prioritarias, identificar las mejores prácticas, probar y comparar soluciones, e informar las políticas públicas para la implementación de los ODS a nivel local, haciendo hincapié en varias dimensiones y en el potencial del DEL en canalizar:

* El papel central de los gobiernos municipales y su interacción con el sector privado, la sociedad civil y las administraciones superiores en el marco de una gobernanza multinivel basada en el diálogo multiactor y a la coordinación interinstitucional.

* La localización de los sistemas integrados de planificación y de las capacidades institucionales y organizacionales pertinentes, para (i) generar, movilizar y asignar recursos económicos y no-económicos (ii) alinear y armonizar el apoyo externo (cooperación internacional y territorial,

colaboraciones técnicas y temáticas, la inversión y los acuerdos comerciales).

* Una visión común basada en la participación, como impulsora del compromiso de los actores y las instituciones locales clave (privados y públicos).

* Los marcos multisectoriales estratégicos que incluyen diversas temáticas y cuestiones transversales como el empleo, la producción agrícola e industrial y el comercio en las áreas rurales y urbanas, la cultura, la energía y el medioambiente, y el desarrollo tecnológico.

* Un conjunto de instrumentos de diagnóstico y de creación de capacidades adaptados, para la valorización de los recursos locales y de los activos relacionales (el capital social).

* Un enfoque pragmático de promoción de la igualdad de género, los derechos laborales, el empleo juvenil y la integración de las minorías, a través de actos cotidianos y de la interacción directa entre los actores.

* El diseño y la implementación de mecanismos integrales de monitoreo, combinados con la introducción de sistemas de información territorial y de generación de datos desglosados a nivel subnacional.

Finalmente, cabe subrayar que el DEL, como paradigma transversal basado en la agregación de los actores relevantes en cada contexto local, en los territorios y a nivel global, podría superar la dicotomía Norte-Sur, amoldándose así a la universalidad de los ODS. En la misma línea, como que el DEL toma raíz en los contextos locales y se basa en sus especificidades, goza de un elemento inherente de flexibilidad que le permite ajustarse y desenvolverse en contextos diferentes, y abordar los desafíos a los que se enfrentan las comunidades y sus condiciones de vida, para mejorar éstas últimas.

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