Endulzantes artificiales: ¿decisión inteligente para adelgazar o dañina para el cuerpo?

Nos encanta lo dulce: helados, tortas, golosinas y postres de todo tipo conforman nuestros antojos diariamente. Muchas veces, lo que nos gusta no es lo mejor para el organismo, y este es el caso del azúcar. Consumido en exceso, este sabroso ingrediente puede traer problemas físicos como obesidad, diabetes y otras enfermedades relacionadas. Por eso es cada vez más popular el uso de un conveniente sustituto: los edulcorantes o endulzantes artificiales.

Para evitar un aumento de peso no deseado, se puede recurrir al uso de edulcorante: una lata de bebida cola contiene aproximadamente 150 calorías, mientras que la misma bebida endulzada sin azúcar tiene muchas menos, e incluso cero. Parece una decisión fácil, que sin embargo puede traer algunos efectos adversos: uno de ellos es la obesidad.

Endulzar sin azúcar: ¿a qué precio?

De acuerdo con la escuela de medicina de Harvard, las asociaciones americanas de la diabetes y del corazón recomiendan el uso de endulzantes artificiales: «Si bien no son mágicos, el uso inteligente de endulzantes no nutritivos podría ayudarte a reducir el exceso de azúcar en tu dieta, disminuyendo el número de calorías que comes […], y reduciendo tu riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes», dice Christopher Gardner, profesor de medicina en la Universidad de Stanford en California. Pero los edulcorantes no vienen sin otros efectos.

Promueven la obesidad

Los beneficios de los edulcorantes suenan muy bien en la teoría. En la práctica, no obstante, se ha demostrado que el objetivo de perder peso a través de los endulzantes es uno muy difícil, debido a que las personas suelen reemplazar las calorías que no consumen. Solemos pensar: «tomé un vaso de refresco light, por lo que puedo comer este pedazo de torta». Según Harvard, este efecto psicológico no es solo una conjetura, sino que está respaldado en varios estudios.

Además, al ser tan potentes, los endulzantes artificiales pueden desencadenar más antojos hacia algo dulce o salado. La sobreestimulación de los receptores del sabor dulce, derivada del uso frecuente de estos potentes sustitutos del azúcar, «puede limitar la tolerancia hacia sabores más complejos», explica David Ludwig, especialista en obesidad y pérdida de peso del Boston Children’s Hospital, afiliado a Harvard.

Por último, estudios en animales indican que los endulzantes artificiales pueden resultar adictivos. Estudios en ratas comprobaron que, en una situación de adicción a dos sustancias, estas preferían una dosis de sacarina administrada vía oral ante una de cocaína.

Afectan tu sistema digestivo

Un reciente estudio analizó el efecto de varios tipos de endulzantes artificiales las bacterias que se encuentran en el microbioma intestinal, llegando a la conclusión de que lo alteran significativamente. En el experimento, las bacterias que se encuentran de forma natural en el intestino se volvían tóxicas al estar expuestas a una solución con una concentración de tan solo 1 mg/ml de estos endulzantes. Según Ariel Kushmaro, profesor de microbiología de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, en Israel, que llevó adelante el estudio, este demostró que consumir regularmente comidas o bebidas endulzadas artificialmente afecta en gran medida la salud estomacal y digestiva, y podría causar otros problemas de salud.

Además, estudios anteriores también demostraban que los microbiomas intestinales variaban según el índice de masa corporal. En un reciente estudio, se comprobó que los endulzantes artificiales promueven un crecimiento acelerado de la bacteria Firmicutes, que, si bien no se ha comprobado que provoque un aumento mayor de peso, sí ha sido encontrada en mayor medida en personas con obesidad.

¿Qué es preferible?

Volver al azúcar puede parecer la solución, luego de leer todo esto. Además, ¿cómo puede un componente natural ser dañino? Ludwig explica que esto tiene que ver con la forma en que el azúcar es tratado. «Las comidas que contienen azúcar en su forma natural, como la fruta, por ejemplo, tienden a ser altamente nutritivas: cargadas de nutrientes, ricas en fibra y de bajo índice glicémico. Por otro lado, el azúcar refinado y concentrado, consumido en grandes cantidades, rápidamente incrementa los niveles de glucosa e insulina en sangre, además de aumentar los de triglicéridos, mediadores de la inflamación y radicales libres de oxígeno, y, con ellos, el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades crónicas», explica el médico.

Con el azúcar, entonces, todo está en su forma. La recomendación de los profesionales es evitar dentro de lo posible alimentos con endulzantes artificiales y azúcares refinados, y elegir, como bocado dulce, alternativas naturales como la fruta.

Con información de: https://www.vix.com