En la Monumental México… El Chihuahua, sale en hombros le acompaña Angelino; el buenazo de chochito fatal
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5 Ene 2015
Por: José Mata
Con una paupérrima entrada en la Monumental Plaza de Toros México, se ha lidiado un encierro correctamente presentado de Vistahermosa, propiedad de Don Jorge Barbachano, que ha resultado manso y descastado, débiles algunos; no han peleado en varas. Para rejones se ha presentado un astado horripilante, trasojado, manso, de Rancho Seco, encaste Murube.
El rejoneador Horacio Casas: Palmas.
José Luis Angelino: Dos orejas protestadas.
Víctor Mora: Oreja con ciertas protestas.
Pepe López: Silencio.
Antonio García El Chihuahua: Dos orejas -ciertas protestas de la segunda-.
Luis Manuel Pérez El Canelo: Silencio.
Salvador López: Silencio.
Detalles:
Al inicio del festejo fue ovacionado en el tercio el doctor Rafael Vázquez Bayod, por cumplir con su misión médica en la accidentada corrida del domingo pasado.
Cristhian Sánchez, fue ovacionado en el tercio, sobresaliendo en el toro de Pepe López.
Salen en hombros El Chihuahua y le acompañó José Luis Angelino.
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Lamentablemente los buenazos del inútil palco de la nula autoridad de la Monumental México, han devaluado totalmente el valor de las orejas, merced a la falta de criterio.
¿Qué provoca la falta de criterio?
Carencia total de sólidos conocimientos sobre el tema; carencia de una educación que les haga estar con dignidad, respeto y honorabilidad; carencia de una cultura que enriquezca su forma de ser y actuar; y por supuesto, carencia de la serena inteligencia para poder entender y comprender de las vicisitudes de la vida; porque todos estos elementos en su conjunto, conducen a la independencia, a la dignidad, al grandeza, a la honradez, al respeto, ¡vamos!… ¡a la honestidad!
Nada más empezó el festejo, y quedó DEVALUADO por CULPA del buenazo de chochito Morales, al regalar dos orejas a José Luis Angelino, a quien por otra parte no le servirán para nada esos despojos de res, porque para que esto ocurra, debe haber convencido el gran público, y eso no ocurrió.
Y, no ocurrió, porque primero no acudió al festejo, ahí estuvo una plaza casi vacía, mientras que en las redes sociales criticaban con vertiginosa y estentórea insistencia los taurinautas, el inadmisible exceso de orejas que no tenían sustento.
Por ello, y sin lugar a dudas, los ENEMIGOS número uno de la Fiesta -al margen de los animalistas-, son los jueces de La México, así como los que inundan de FALSOS ELOGIOS a faenas inexistentes, y a pequeñajos mansos y descastados, para quedar bien con toreros y ganaderos.
Con tanto TRIUNFALISMO el gran público no regresará a La México, mientras no aparezca el TOROen toda su plenitud, exista sustento en las faenas y, se elimine tanto la EXAGERADA concesión de orejas, así como el animalito de regalo.
Estos factores han llevado al hartazgo, y parece que no se han dado cuenta.
Por supuesto, que para la eliminación de estos factores de desinterés… de ABSOLUTO desinterés, se requiere echar sin misericordia, a los buenazos que ocupan cada ocho días el inútil palco de la nula autoridad.
Porque al margen de todas las imposiciones de los figurines del toreo español, los únicos que puede aprobar o rechazar en su caso los encierros para darle grandeza al coso titular de México, es la autoridad, y si la autoridad asignada en la Monumental México, por el buenazo de Miguel Ángel Mancera (Jefe de Gobierno de la Ciudad de México) resultan un compendio deIRRESPONSABLES, así como FALTOS DE DIGNIDAD, pues es lo que se tiene como espectáculo.
Claro que en el festejo en cuestión el toro subió de tamaño, ya que no aparecieron los figurines españoles… los que además no hacen falta.
Si contrataran a toda esa maravillosa juventud torera española que ahora mismo está surgiendo en la Península, habría verdaderas confrontaciones con la juventud torera mexicana, y por qué no… con la juventud sudamericana, pero…
… pero, ¡no!, no quieren aceptar que en el aire renovador de la juventud, no sólo se otorga el renuevo generacional, sino el propio sustento para la continuación de la Fiesta.
Este domingo en cuestión quien ha destacado ha sido, sin lugar a dudas, Antonio García El Chihuahua, quien como es su costumbre mostró variedad en su expresión, por supuesto, espectacularidad en el tercio de banderillas, y aunque quiso mostrar su renovada tauromaquia en la muleta, su toro se vino a menos, dejando algunas series plausibles de sumo mérito.
Toda una Época fue el toro que le correspondió a El Chihuahua, al que recibió con una larga cambiada, para después incorporarse y lancearlo con mando con el fin de evitar, de una vez por todas, que siguiera huyendo como asustadísima gacela. Tras una brevísima comparecencia en varas, acaso un piquetillo de alfiler, Antonio ofreció un quite por zapopinas, muy ajustadas, y cuando trazaba la última se frenó el toro y aguantando ahí, el torero resuelve con un recorte, y una revolera, lo que el respetable agradeció.