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El G-20 no logra consenso sobre la invasión de Rusia a Ucrania

Bangalore, 26 de febrero del 2023.- Los ministros de Finanzas del Grupo de los Veinte (G-20), que congrega a las potencias desarrolladas y emergentes, concluyeron ayer una reunión en la que no lograron consenso sobre la guerra en Ucrania en el documento final, al que se opusieron Rusia y China.

El G-20 Finanzas comenzó su cónclave el viernes en Bangalore, la capital tecnológica de India, para coordinar sus respuestas a los principales desafíos económicos mundiales, agudizados por la invasión rusa de Ucrania y el aumento de la inflación.

India, que presidió las labores, divulgó un “resumen” de los debates y las razones por las cuales no pudieron desembocar en una declaración conjunta.

“La mayoría de los miembros (del G-20) condenó con firmeza la guerra en Ucrania, con diferentes evaluaciones de la situación y sobre las sanciones” impuestas a Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania, señala el documento.

Una nota al pie de página precisa que dos párrafos del proyecto de declaración relacionados con la guerra de Ucrania fueron “aprobados por todos los países miembros, con excepción de Rusia y China”.

El resultado fue similar al de una cumbre del G-20 en Bali en noviembre pasado cuando el anfitrión Indonesia también emitió una declaración final reconociendo las diferencias.

Moscú acusó a las potencias occidentales de haber “desestabilizado” la reunión al imponer mediante “chantaje” una declaración conjunta sobre la “operación militar especial”, como denomina al conflicto.

“Lamentamos que las actividades del G-20 sigan siendo desestabilizados por Occidente y utilizadas de forma antirrusa y puramente de confrontación. Nuestros oponentes, principalmente Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y el G-7, siguen con sus intentos paranoicos de aislar a Rusia y responsabilizarla de los problemas provocados en el ámbito de la seguridad internacional y la economía global”, argumentó el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.

Denunció así un “chantaje abierto”, que pasa por “interpretaciones absurdas de la situación en Ucrania. Los occidentales vuelven a impedir la adopción de decisiones colectivas y por eso el texto aprobado, con la excepción de la mención a Ucrania, (…) se ha convertido en rehén de esta postura agresiva”, añadió.

Por todo ello, emplazan a Occidente a “abandonar su rumbo destructivo lo antes posible y “asumir las realidades objetivas de un mundo multipolar. El G-20 debe seguir siendo un foro económico y no inmiscuirse en la esfera de la seguridad (…) despolitizado”.

Varios responsables vinculados a las negociaciones, que pidieron el anonimato, indicaron a la agencia de noticias Afp que China trató de atenuar los términos que se referían a la situación en Ucrania. “China se niega a condenar la guerra en Ucrania”, declaró una fuente.

Las discusiones para buscar un término que convenga a todos se prolongaron hasta las dos de madrugada del sábado, reveló otro responsable, pero sin resultados.

Pekín siempre se abstuvo de apoyar o condenar públicamente la ofensiva rusa, aunque en varias ocasiones expresó su desacuerdo con las sanciones occidentales.

Al cumplirse un año de conflicto armado, el gobierno chino presentó antier un documento de 12 puntos que insta a las dos partes a entablar negociaciones de paz. Al tiempo que Estados Unidos y la UE impusieron más sanciones a Rusia.

India, que mantiene buenas relaciones con Rusia, tampoco reprochó la intervención militar en Ucrania.

La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, repudió la “guerra ilegal e injustificada” y reiteró sus llamados a las naciones para que hagan más para apoyar a Kiev y obstaculizar la campaña bélica.

Alemania y Francia defendieron, en las discusiones sobre un comunicado final, el uso de la palabra “guerra”.

“Se trata de una guerra. Y tiene una causa, una única causa, que es Rusia y (el presidente ruso) Vladimir Putin”, adujo el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner.

“Nos opondremos a cualquier retroceso en el manifiesto conjunto de Bali sobre Ucrania”, avisó igualmente el ministro francés de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.

En Nueva Delhi, el canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró que su país quiere que India respalde, o cuando menos no bloquee, los intentos de Occidente para aislar a Rusia, tras una conversación con el primer ministro indio Narendra Modi.

Scholz enfatizó que los países en desarrollo están recibiendo un impacto negativo por la escasez de energía y alimentos resultante del conflicto, y que él tiene esperanzas de que India ayudará a asegurar suministros cruciales a Asia, África y el continente americano.

Modi mantuvo su enfoque cauteloso, y señaló que su país desea que se alcance el fin de la guerra a través del diálogo y la diplomacia. “India está lista para hacer su contribución a cualquier iniciativa de paz”, agregó.

En este contexto, unas 13 mil personas se manifestaron en el centro de Berlín para llamar a negociar con Rusia en lugar de mandar armas y equipo militar a Ucrania, lo que provocó críticas de altos cargos del gobierno alemán, como la ministra de Exteriores, Anna Baerbock, y una gran presencia policial para mantener el orden.

La protesta se congregó en la zona de la Puerta de Brandeburgo, donde concurrieron tanto activistas de la extrema izquierda como de ultraderecha, aunque la convocatoria original es de la dirigente del partido La Izquierda, Sahra Wagenknecht, y la activista por los derechos de las mujeres, Alice Schwarzer, quienes publicaron un Manifiesto por la Paz.

En su discurso, Wagenknecht reiteró la necesidad de que cese el suministro de armas a Kiev y haya negociaciones. Se trata de “poner fin al terrible sufrimiento y la muerte en Ucrania” y hacer a Moscú una oferta de negociación “en lugar de munición para una interminable guerra de desgaste con más y más armas nuevas”, argumentó. En el frente de guerra, tropas ucranias volaron una presa en la ciudad de Artiómovsk, de Bakhmut, situada en el este del país, para detener el avance de las fuerzas rusas, mientras que se reportaron decenas de ataques rusos en zonas sureñas.

“Como resultado de la voladura, torrentes de agua se dirigieron a Bakhmut. En primer término, se busca detener la ofensiva de las fuerzas rusas. Segundo, los militares ucranios anunciaron la evacuación de civiles para crearles unas condiciones de vida insoportables. Y tercero, les importan poco los civiles, sólo buscan destruir la ciudad para hacer difícil su restauración”, refirió.

El jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Evgueni Prigozhin, aseguró que sus hombres conquistaron el pueblo de Yahidne, en la periferia norte de Bakhmut, territorio que Moscú trata de apoderarse desde finales de junio con pírricos resultados.

En tanto, la UE publicó ayer los detalles de la décima ronda de sanciones a Rusia, pactada a última hora del viernes por los países miembros y que cita al grupo de mercenarios Wagner, al banco Alfa Bank e impone prohibiciones de exportación por valor de más de 11 mil millones de dólares.

Con información de: Afp, Reuters, Europa Press, Sputnik y Ap

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