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Desoye Israel el clamor de evitar un «baño de sangre en Rafá»

Tel Aviv, 10 de febrero del 2024.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó a su ejército preparar un plan dual para evacuar y atacar Rafá, el último refugio de los palestinos en Gaza, pese a repetidas advertencias de las agencias de ayuda de que será un baño de sangre y a la aseveración estadunidense de que un asalto sería un desastre.

El premier sostuvo que sería imposible alcanzar los objetivos de la guerra sin entrar en la ciudad sureña y eliminar lo que, aseguró, es el último bastión Hamas, el grupo que lanzó un sangriento ataque en territorio israelí el 7 de octubre pasado.

En un comunicado, afirmó que se requiere una operación masiva y ordenó a los militares y al aparato de seguridad presentar al gabinete un plan combinado para evacuar a la población y destruir los batallones de la milicia.

El anuncio de Netanyahu desoye severas advertencias de Estados Unidos, el aliado más cercano y poderoso de Israel. Las tensiones entre ambos países han crecido en días recientes.

Washington pide que pacten una tregua

El presidente Joe Biden comentó antier que la ofensiva israelí en Gaza se pasa de la raya y prometió que su gobierno trabajará sin descanso para lograr una tregua, en lo que ha sido su condena más severa del conflicto.

Estoy empujando muy duro ahora para negociar un cese el fuego para liberar a los rehenes, manifestó Biden. Hay muchas personas inocentes que mueren de hambre, que están en dificultades y pierden la vida, y eso tiene que terminar.

Washington ha rechazado los planes de Israel para Rafá, los cuales han alarmado a Egipto, país que ha advertido que cualquier operación por tierra en la zona o desplazamiento masivo a través dela frontera socavaría su tratado de paz con Israel, que ha estado en vigor 40 años.

El vocero estadunidense de seguridad nacional, John Kirby, precisó que una ofensiva por tierra en Rafá no es algo que apoyemos.

Vedant Patel, vocero del Departamento de Estado, advirtió que proseguir con el asalto ahora, sin planeación y con poca consideración, en una zona que alberga a un millón de personas, sería un desastre.

Mas de 27 mil 800 fallecidos en la franja

Washington se preocupa por un mayor desastre humanitario en Gaza y por las repercusiones globales del bombardeo israelí en la franja, que funcionarios de salud dicen que ha causado la muerte a 27 mil 800 personas, cifra apabullante.

La creciente mortandad y destrucción amenaza con disparar una guerra regional, cuando milicias respaldadas por Irán han atacado en represalia posiciones militares estadunidenses y rutas internacionales de transporte en Irak, Siria, Jordania y el mar Rojo.

Temiendo mayor inestabilidad, el secretario de Estado, Antony Blinken, viajó a Medio Oriente esta semana, en su quinta visita a la región desde octubre, para presionar por un acuerdo sobre los rehenes. Había esperanzas por una contraoferta presentada por militantes de Hamas, que incluía una pausa de las hostilidades por cuatro meses y medio, la liberación de todos los cautivos en etapas y el retiro de tropas israelíes.

Blinken volvió a salir con las manos vacías, al desairar Netanyahu sus llamados a una tregua con mensajes de buscar una victoria total sobre el grupo islamita. Poco antes de la conferencia de prensa de Blinken en Tel Aviv esta semana, Netanyahu declaró que las pláticas con Hamas no están llevando a ninguna parte y que su oferta de cese del fuego era ilusoria.

Israel ha lanzado el mayor bombardeo de Gaza en su historia en represalia por los sangrientos ataques de Hamas en el sur de su territorio, en los cuales mató a unas mil 200 personas y capturó al menos 250 rehenes. Poco menos de la mitad de los cautivos fueron liberados en un acuerdo de alto el fuego negociado por Qatar, pero hasta ahora los intentos de un nuevo acuerdo no se han materializado.

En tanto, Tel Aviv ha extendido su devastadora ofensiva terrestre en el territorio sitiado, atacando la ciudad sureña de Jan Yunis. Ahora vuelve la atención sobre Rafá, hogar de alrededor de un millón y medio de personas, más de la mitad de toda la población de Gaza. La vasta mayoría son familias obligadas a dejar sus hogares de todas partes de la franja.

Tragedia interminable

Naciones Unidas ha descrito a la ciudad sureña como una olla de presión de desesperación y ha advertido que las personas no tienen adónde escapar, de no ser a Egipto.

El Cairo ha reiterado que el despliegue de fuerzas israelíes en su frontera, y cualquier desplazamiento de palestinos hacia su territorio, podría violar el tratado de paz que lleva décadas en vigor entre ambas naciones.

Grupos de derechos humanos, entre tanto, advirtieron de “un baño de sangre. No se puede permitir una guerra en un gigantesco campo de refugiados, sostuvo ayer Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego de Refugiados (CNR), y añadió que la única ayuda humanitaria que ingresa en Gaza pasa a través de esa ciudad. Expandir las hostilidades en Rafá podría colapsar la respuesta humanitaria, agregó el CNR en un comunicado. Philippe Lazzarini, jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, expresó que ocasionaría una tragedia interminable.

© The Independent

Con información de: Bel Trew, The Independent

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