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Desbordan Caracas para exigir referendo

Caracas, Venezuela, 02 de septiembre de 2016.- En un ambiente cargado de tensión, las movilizaciones en la capital venezolana convocadas por oficialistas y opositores comenzaron a desbordar las calles de Caracas.

Decenas de miles de personas simpatizantes de la oposición se reunieron en varios puntos del este de la capital como parte de la denominada “Toma de Caracas”, la cual exige a las autoridades una fecha para el referendo revocatorio del Presidente Nicolás Maduro.

El Presidente enfrenta una creciente tensión política en medio de una devastadora crisis económica.

Los participantes respondieron al llamado de la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desde primeras horas de la mañana y se congregaron en seis puntos de la ciudad vestidos de blanco y ondeando banderas de Venezuela.

Del lado oficialista, miles de chavistas se concentraron en la Avenida Bolívar para expresar su apoyo a la gestión del Presidente Maduro y en defensa de la paz.

Vestidos algunos con uniformes de instituciones públicas, los oficialistas se movilizaron desde puntos del oeste como Plaza Venezuela, El Paraíso, Santa Cecilia y Parque Central.

La actividad culminará en un acto en el que intervendrá el Jefe de Estado y otros líderes chavistas.

Al grito de “y va a caer, y va a caer, este Gobierno va a caer” y “somos 30 millones de motivos para revocarlo”, los manifestantes opositores reconocieron que viajaron desde el interior del país, de estados como Amazonas, Monagas, Nueva Esparta, Aragua, Carabobo y Guárico, para sumarse a la marcha.

Esto, pese a los impedimentos de las autoridades que, según los dirigentes de la MUD, han restringido el acceso a la ciudad bloqueando alguna autopista.

Algunos debieron abandonar sus vehículos y sortear a pie los improvisados puestos de control que instalaron las Fuerzas de Seguridad en las carreteras.

“Nosotros pasamos una hora en una cola por una alcabala (puesto de control) que puso la Guardia Nacional en la carretera y tuvimos que esconder nuestras pancartas y gorras para que nos permitieran pasar”, afirmó Isbeida Rodríguez, un ama de casa de 40 años.

“Los jóvenes se nos están marchando del país. No hay comida, no hay medicinas y la inseguridad nos está arropando”, explicó Rodríguez sobre sus razones para viajar más de tres horas y participar en la marcha.

La alianza opositora apuesta a realizar este año el referendo, pero el cronograma que planteó el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha generado dudas de que pueda darse antes del 10 de enero de 2017, cuando se completará más de la mitad del mandato de Maduro.

La constitución establece que de realizarse luego de esa fecha el resto del período presidencial deberá ser completado por el Vicepresidente.

“Para nosotros es fundamental el referendo porque no podemos seguir con este Gobierno que no funciona”, afirmó Yuly Frías, una administradora de 53 años, al relatar que no le importó viajar en carro más de ocho horas desde la isla de Margarita para marchar.

Las denuncias de las autoridades sobre eventuales acciones violentas, así como los señalamientos de persecuciones y detenciones de opositores, los bloqueos en los accesos a algunas de las carreteras que comunican el interior con Caracas y las restricciones que enfrentaron algunos corresponsales extranjeros para ingresar al país han alimentado el clima de tensión que rodea a la marcha.

Dirigentes de la MUD denunciaron que el Gobierno nacional impidió el libre tránsito hacia Caracas, para impedir la llegada de manifestantes.

Destacaron que la fuerza pública bloqueó los accesos desde el occidente, oriente y desde la región costera de Vargas, con el pretexto de realizar reparaciones en varios puntos de las vías de comunicación vial.

La Gobernación de Miranda, controlada por la oposición y que abarca una parte de Caracas, aseguró que a los vehículos que venían desde la ciudad de Los Teques, vecina de la capital venezolana, les fue negado el paso por una alcabala instalada por agentes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Las movilizaciones eran custodiadas por centenares de policías y guardias nacionales con equipos antimotines.

La mayoría de los comercios de la capital amanecieron cerrados.

El director de la Cámara de Comercio de Caracas, Víctor Maldonado, contó que muchas empresas decidieron dar a sus trabajadores permiso para marchar o ausentarse de sus labores ante las eventuales dificultades para transportarse.

Maldonado admitió que desde hace mucho tiempo no se da una situación de este tipo, pero sostuvo que está asociado a las expectativas de una gran movilización.

Las mayores paralizaciones de empresas y comercios ocurrieron en el país en los meses previos al fallido golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez de abril de 2002 y durante el paro empresarial de 2003.

“Hoy no es el fin de nada”, afirmó el dirigente opositor Henrique Capriles, principal promotor de la consulta popular y la movilización.

Capriles insistió en que los opositores saldrán de manera pacífica para exigir la definición del cronograma para la recolección de las firmas del 20 por ciento de los electores y activar la consulta popular.

AP

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