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Damnificadas en Tláhuac alrededor de 90 mil personas

Ciudad de México, 03 de octubre de 2017.- A 14 días del más reciente sismo, la delegación Tláhuac sigue en emergencia. Cerca de una cuarta parte de su población, es decir, 90 mil personas, está damnificada. Los daños son evidentes y no hay una sola de sus 51 colonias y siete pueblos que no registre viviendas afectadas, drenaje colapsado, carencia de agua por la ruptura de su red hidráulica o vialidades deterioradas.

La Jornada realizó un recorrido por esa delegación, donde cifras oficiales indican que hubo 4 mil 500 viviendas dañadas en diferentes niveles, desde las que resultaron colapsadas hasta las que tienen afectaciones estructurales y que al ser ya inhabitables deberán derrumbarse, o las que requieren intervenciones menores.

Además, 40 por ciento de su red hidráulica y de drenaje secundaria –cerca de 550 kilómetros– falló en su operación, tanto porque al ser de asbesto se fracturó en algunos puntos, como por el hecho de que se generaron 140 grietas a nivel de suelo debido al movimiento telúrico de magnitud 7.2.

Más aún, la movilidad se complicó en grado mayor, pues cuatro estaciones de la línea 12 del Metro suspendieron su servicio (Nopalera, Zapotitlán, Tlaltenco y Tláhuac), al encontrarse problemas en la llamada Línea Dorada.

Para el jefe delegacional de esa demarcación, Rigoberto Salgado, ‘‘lo que vivimos fue un hecho bastante grave… aunque aquí no hubo pérdidas humanas, sí se dañaron severamente la infraestructura y los servicios básicos’’.

Las colonias donde se concentraron los principales estragos fueron Del Mar, Miguel Hidalgo y los pueblos de San Juan Ixtayopan y San Francisco Tlaltenco. En el primer caso, por ejemplo, 598 casas resintieron daños, así como sus vialidades. ‘‘Lo que eran calles planas, como mesa de billar, ahora son caminos ondulados’’, remarcó el jefe delegacional.

Otro de los fuertes problemas que vive Tláhuac a 14 días del sismo del 19 de septiembre es la falta de agua. De hecho, el mismo día del temblor la población de esta zona se quedó sin el líquido. La crisis era mayor desde entonces.

Durante los días siguientes al sismo fueron comunes las disputas por el control de las pipas de agua; hubo enfrentamientos a golpes y en algunos lugares se llegó al secuestro de este tipo de unidades por parte de gente armada. Incluso, narra Rigoberto Salgado, surgieron ‘‘huachicoleros H2O’’, que era gente que en su desesperación llegó a hacer hoyos para perforar los tubos de agua.

A la fecha, se ha logrado atender en 40 por ciento la capacidad de suministro de este recurso a la población de Tláhuac, informa el delegado. En entrevista, el funcionario precisa que la emergencia en esa demarcación no ha pasado, pues viene la etapa de reconstrucción y de atención a quienes perdieron todo o parte de su patrimonio.

De entrada, dice, se crearon siete zonas de atención para que con recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) se pueda ayudar a los que tuvieron daños en sus viviendas y para la recuperación de la infraestructura.

Resalta finalmente que se integraron comités ciudadanos de protección civil para labores de recuperación de inmuebles. ‘‘En un recuento de los daños en Tláhuac es claro que esta delegación requiere de una atención prioritaria y los recursos necesarios para poder salir adelante’’, resume Rigoberto Salgado.

Raúl Llanos Samaniego | La Jornada

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