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¿Conoces las “Dunas Rojas” en Pacula, Hidalgo?

Con un color intenso rojizo en su arena, y un paisaje árido, las Dunas Rojas de Pacula , se asemejan a Marte, un destino ideal para conocer durante el invierno.

En Hidalgo, existe una maravilla casi desconocida, se trata de las “Dunas Rojas”, en San Francisco Pacula, una buena opción para los aventureros que buscan bellezas naturales; este lugar te hará sentir como si estuvieras en la Galaxia en el planeta Marte; su color rojizo y un paisaje árido, contrastan junto con algunos matorrales verdes, debido a este peculiar composición, las personas locales le ha denominado así: el “planeta rojo”.

Las dunas rojas están ubicadas en la zona colindante del municipio de Pacula y el Pueblo Mágico de Zimapán. este lugar pareciera ideal para filmar una película de las Galaxia, es aprovechado por los visitantes curiosos, para tomarse fotos, transmitir videos y hacer actividades deportivas. Sin embargo, pese a lo que pudiera parecer, la zona no es completamente árida, ya que se encuentra rodeada por un frondoso de pino, cedro y encino, lo cual contrasta con la tierra y harán que tu estancia sea aún más agradable.

Pero, ¿por qué tiene este color rojizo? Se debe a su composición mineral en la tierra, las dunas rojas, tienen una gran cantidad de óxido de hierro y leterita, composición que es difícil encontrar en zonas húmedas, pero que es fácil notar en zonas semiáridas de México.

La arena de este sitio, debe su color a la laterita y al óxido de hierro, que era extraído de las minas aledañas que se explotaron en la región durante la Colonia, cuando Hidalgo se convirtió en uno de los sitios mineros por excelencia, al cual llegaron muchas compañías provenientes de Inglaterra. Afortunadamente, la concentración de estos minerales en la arena de las dunas no alcanza niveles tóxicos, por lo que puedes visitarlas sin ningún problema.

Si quieres conocer esta maravilla de la naturaleza en Hidalgo, ve preparándote para una expedición de galaxia, ya que la temporada ideal para la visita es durante el invierno, época en que la tierra está seca y conserva su color, y en la que además gozarás de un clima templado. Sin embargo, también es posible encontrar claros tonos rojizos durante primavera-verano, pero considera llevar bloqueador e ir bien hidratado, pues hace bastante calor.

Si te adentras en los senderos que se forman entre las dunas, podrás además, practicar actividades como senderismo, bicicleta de montaña, fotografía panorámica o andar en motocicleta o volar en parapente.

Lo que sí te recomendamos es que la ropa y calzado que lleves, además de ser muy cómodo, no sea tu favorito, pues el color de la arena, sí puede

manchar momentáneamente, nada que un poco de jabón y agua no puedan quitar, pero más vale ser precavidos, lleva sombrero o gorra y protector solar, sobre todo si acudes a medio día, pues en las dunas hay pocos árboles para refugiarte del sol.

Si deseas disfrutar de la gastronomía local, encontrarás toda clase de productos de maíz como gorditas y quesadillas, nopalitos en diferentes guisos, y, por supuesto, el delicioso pulque.

Al finalizar tu recorrido y para regresar al planeta Tierra, te sugerimos acudir al pueblo mágico de Zimapán, en la Sierra Gorda, recorre sus callecitas empedradas y date una vuelta por la Parroquia de San Juan Bautista, edificada en 1722 al más puro estilo colonial.

Una recomendación más para los viajeros es conocer el atractivo principal de Zimapán, el monolito llamado El Vigilante con 15 metros de altura. Un dato curioso es que fue formado de manera natural y cuenta con una imponente prensa digna de admirar.

Zimapán es parte del listado de Pueblos Mágicos desde 2018. Algunas otras de sus atracciones son: un spa de 5 estrellas, que ha sido reconocido como el mejor en Latinoamérica. Será sencillo de localizar, pues fue construido sobre los cimientos del Castillo del Rey Felipe II.

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