27 de diciembre de 2016.- Absolutamente todos hemos pasado por esta situación alguna vez, porque oportunidades para comer de más sobran y excusas… también. Pero luego de hacerlo, nos mortificamos y nos convencemos de que no había necesidad y de que no volveremos a comer tanto nunca más (aunque el fin de semana siguiente parecemos haberlo olvidado todo).
De nada sirve seguir quejándonos. Por eso es mejor que dejes de lamentarte y te enfoques en resolver qué puedes hacer al respecto para que tu estómago te perdone por abusar de él.
¡Mira todo lo que puedes hacer en lugar de quejarte!
La hidratación es clave
Antes de acostarte con el estómago repleto, asegúrate de que tu cuerpo esté hidratado. Bebe mucha agua y también prepara un vaso para tomar apenas de despiertes y, luego, continúa bebiendo a lo largo del día. Aunque sientas que es inútil seguir “llenando” tu estómago, el agua permitirá acelerar la digestión y aliviará tu malestar.
Refréscate
Si tomas una ducha caliente, te sentirás mucho más fresco y sabrás que estás haciendo algo bueno por ti y por tu cuerpo. Una vez que te bañes, no uses la misma ropa; elige algo que te haga sentir renovado, cómodo y seguro.
Nada de saltearte comidas
A pesar de que lo último que deseas es comer, la peor decisión para tu metabolismo será dejar de realizar alguna de las comidas. Intenta comer un plato con fibras, tales como cereales o avena. Este favorecerá tu digestión y te mantendrá saciado para que no sufras un inesperado ataque de hambre más tarde.
Estira y relájate
Está comprobado que el yoga, además de ser excelente para la mente, puede ser muy eficiente para que todo fluya mejor en el organismo. Por eso, si sientes que necesitas más movimiento en tu cuerpo nada te hará sentir mejor que algunos estiramientos de yoga.
Ejercítate
Si necesitas algo más poderoso y energizante que el yoga considera salir a practicar algo de ejercicio. Este será una excelente opción para sudar y así liberar todas las toxinas de tu cuerpo, lo que te hará sentir 10 veces mejor.
Vuelta a la marcha
Si te sientes mal por haber comido de más es probable que sea porque en el día a día no acostumbras hacerlo. Pero no es necesario que te sometas a una dieta de jugos o a un plan desintoxicante: con cuidar un poco lo que pones en tu boca los días siguientes y retornar a tus hábitos será más que suficiente.
Opta por platos saludables y nutritivos que te harán sentir mucho mejor.
Con información de: http://www.vix.com/
