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Cobra negligencia muertes en Tabasco.

Ciudad de México, 13 de marzo de 2020.- Tuvieron que pasar dos semanas y la muerte de siete pacientes del Hospital de Pemex en Tabasco, para que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) emitiera ayer una alerta contra el lote C18E881 del medicamento Heparina Sódica.

Dicho medicamento fue aplicado en ese hospital contaminado con la bacteria Klebsiella spp, la cual provoca enfermedades infecciosas en la sangre y tejidos blandos.

La Cofepris advirtió a farmacias, puntos de venta y hospitales sobre no utilizar ese lote de anticuagulantes que fueron aplicados el 27 de febrero en los procesos de hemodiálisis del hospital de Pemex.

También pidió no adquirir productos con el distribuidor identificado como José Roche Pérez, quien habría hecho la venta a Pemex del lote el pasado 26 de febrero como si fuera de la farmacéutica Pisa.

En caso de identificar el lote, personal médico deberá inmovilizarlo y notificar a la autoridad sanitaria, pidió Cofepris en un comunicado.
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El 27 y 28 de febrero pacientes llegaron al hospital de Pemex a realizar sus procedimientos de hemodiálisis e incluso llevaban su propia Heparina Sódica, pero el personal del nosocomio les informó que ya lo tenían en existencia y les fue suministrado.

Casi medio centenar quedó infectado. Familiares de los fallecidos narraron que la bacteria provocó malestares en la cabeza, cuerpo, escalofríos y vómito, y su posterior muerte.

La empresa petrolera reportó ayer que derivado del medicamento contaminado tenía a tres pacientes en terapia intensiva; 19 internados con salud estable, y otros 31 que son vigilados médicamente sin estar hospitalizados.

Los tres de terapia intensiva son Javier Acosta, Ricardo Ortiz y Nahúm Domínguez, según los relatos que sus esposas María Araceli García, María del Carmen May e Hilda García dieron a REFORMA.

Aunque antes de esta enfermedad no se conocían, ahora comparten sus horas en el hospital mientras observan a sus parejas sin habla, dormidos y con tubos para poder respirar.

«A mi esposo de 56 años le están inventando que fue neumonía», narró María Araceli.

María del Carmen May apunta que la información es escasa mientras ve cómo se deteriora la salud de su esposo Ricardo, de 59 años. Hasta el momento ningún funcionario ha sido castigado por esa negligencia.

Con información de: https://www.reforma.com/

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