Colaboraciones

Charlas de Taberna | Por Marcos H. Valerio | Pueblo que resiste desde lo más profundo.

En la Franja de Gaza, límites entre Israel y Palestina, el sol cae a plomo, es mediodía, las calles están semidesiertas. En los muros semidestruidos de las casas hay propaganda que promueve campamentos de entrenamiento a niños, así como su capacitación y orientación en el uso de armas, para perpetrar atentados contra Israel.

Los invita a participar en el Yihad –la guerra Santa-, siendo un shahid, que son los futuros mártires que cometerán atentados terroristas contra Israel; a través del shahid los árabes ganarán dignidad y valoración, creencia que lo incentiva a tomar parte en los atentados.

La preparación militar está asociada a un condicionamiento mental, basado en el odio a occidente y en el rechazo de sus valores que consideran materialistas. La mayoría son reclutados en las Madrasas que son las escuelas que imparten el Corán.

De pronto un niño se acerca a pedir un shekel –una moneda-, para mitigar su hambre, una mujer palestina apresuradamente retira al menor de los desconocidos, de inmediato salen dos jóvenes que preguntan el motivo de nuestra estancia. Y en minutos narran su odio contra los hebreos.

“Somos turistas”, contestamos. ¿Por qué no hay gente en las calles? 

– Mi nombre es Shala Shehad, soy uno de los tantos voceros del Estado Palestino. En mi pueblo hay odio y rabia contra los judíos que nos han encerrado en estás tierras tan áridas y nos han quitado las fértiles, han violado a nuestras mujeres, golpean a nuestros viejos, quieren exterminarnos.

Al instante, niños de 9 años, juegan a ser mártires, ellos mismos construyen sus seudos cinturones o chalecos explosivos e inscripciones que los identifican como mártires.

Shala Shehad, explica: “expulsar al enemigo del Estado es uno de nuestros principales deberes”, por ello invita a todo el pueblo árabe ser parte del millón de mártires y así conseguir su inmortalización: la salvación del alma.

¿Y cómo es eso? 

– Usted hace muchas preguntas, pero si me invita una botella de vodka le contesto todo, sólo cuesta 15 shekels, unos tres dólares, en esa tienda de souvenir la puede comprar.

Una vez que obtiene su botella de vodka, la abraza como si fuera un gran tesoro, le da un sorbo y contesta.

– Mire aquí el entrenamiento empieza desde que somos niños para la lucha contra los israelíes, nos muestran la grandeza de nuestro pueblo, mucha gente piensa que un palestino es significado de ignorancia, pero están equivocados, nosotros conocemos sobre armamento, nuestra religión, historia, matemáticas, psicología, pero desgraciadamente no hemos crecido como país porque Estados Unidos nos tiene atados. Israel es su perro guardián a cambio les da millones de dólares anualmente.

Por ello, el  corazón del niño palestino alberga una fuerte voluntad para convertirse en mártir… la Yihad se ha convertido en el camino para lograr el prestigio y su inmortalización en el seno de su pueblo.

¿Sus padres están de acuerdo? 

– Claro, todo árabe desea ser un shahid, los israelíes lo llaman mejavel, para ello, hay que empezar por enrolarlos a una sección especial del brazo armado del movimiento, con el fin de inculcarles cultura militar jihadista. Estas enseñanzas, les muestra la diferencia entre el bien y el mal. Este tipo de manifestaciones constituyen uno de los pasos en el convencimiento a padres para que envíen a sus hijos ser mártires.

– ¿Es cierto que reciben apoyo de Irán? 

— Mira, te contesto todo, porque sé que cuando llegues a tu país lo más probable es que ya no viva, pues anteayer intentaron matarme tres soldados israelíes, y ya lo han hecho en otras ocasiones. Yo no tengo miedo a morir, ellos sí.

Hay dos bases clandestinas en Irán y una en Líbano, donde instruyen a los soldados tanto palestinos, como yemitas e incluso de Afganistán. No es nada nuevo, esta información, constantemente la difunden diarios alemanes.

Los reclutadores, tanto niños como jóvenes aprenden desde la fabricación de bombas artesanales hasta el manejo de armas de asalto, AK47 soviéticos, pistolas ametralladoras scorpio checa, y lanzamisiles estadounidenses RPG-7.

Parte del armamento fue utilizado en la guerra de Afganistán con la ex URSS en la década de los 80. Las armas modernas fueron compradas en el mercado negro, en Egipto y Corea, su gobierno no tiene nada que ver.

Los futuros mártires están destinados al movimiento Yihad Islámica Palestina, otros irán a Europa para combatir contra aquellos que están en contra del Islam.

Los militantes del Hezbolláh son formados en los campos de entrenamiento de Líbano, Irán, norte de Europa y Alemania. El Frente Islámico Internacional, tiene como misión luchar contra los judíos, Estados Unidos y Francia. En Palestina hay un pequeño grupo, la mayor parte de ellos están en Cachemira.

– ¿De qué nacionalidad son sus instructores?

– De todo el mundo árabe. 

– ¿Es cierto que ocupan a los niños como escudos humanos?

– Mentira, quien participa en la intifada, lo hace de forma conciente, y como te decía nosotros no le tememos a la muerte, ellos sí.

No importa las muertes que sean, por la liberación de nuestro pueblo estamos dispuestos a morir todos, ya sean hombres, mujeres, ancianos o niños.

La Universidad Islámica de Gaza, mostró una encuesta donde señala que de mil jóvenes palestinos de entre nueve y 16 años, el 45 por ciento ya participó en actos rebeldes, mientras que el 73 por ciento expresó que deseaba ser shahid, o sea un mártir.

– ¿Qué tan inmiscuido está el grupo terrorista Hamas?

– No es un grupo terrorista, busca la liberación de nuestro pueblo, así como la armonía del mundo, la fama de grupo terrorista la impuso Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña. 

– ¿Cómo es la vida en Gaza?

— No te puedes mover de un lado a otro, estás bajo cierre, la electricidad está cortada, el agua escasea, no puedes llegar a los hospitales. Y aún así la gente logra salir adelante.

Bajo la dura nube de desesperación, frustración y desesperanza, existe todavía una profunda convicción y un fuerte sentimiento de que Dios está con nosotros, que vendrá en nuestra ayuda. Todo eso quiere decir que la gente puede aguantar todavía y el pueblo seguirá estando allí.

Este pueblo puede con mucho, se lo aseguro. Puede con mucho más. Por eso, en lo más profundo, resiste todavía…

Nuestro entrevistado se despide y se pierde entre la polvareda y las calles fracturadas.

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