Medir económicamente los daños ambientales en el planeta, sugiere Eduardo Vega López
Ciudad de México, 31 de octubre de 2025.- El planeta está rebasando de manera acumulativa e incremental siete de los nueve umbrales ecosistémicos mínimos, básicos para la subsistencia y el equilibrio ambiental, advirtió el titular de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM, Eduardo Vega López.
Son puntos de inflexión en los que un ecosistema experimenta un cambio abrupto y generalmente irreversible de un estado a otro. Son fundamentales para la gestión ambiental, pues superarlos puede significar la pérdida de la capacidad del hábitat para proporcionar sus servicios vitales.
Al ofrecer la conferencia de clausura del 5° Congreso Nacional de Impacto Ambiental, realizado en el auditorio Alfonso Caso de Ciudad Universitaria, el economista subrayó:
Suceden eventos extremos como efecto del calentamiento global, entre ellos la degradación y pérdida de la biodiversidad, depósito de plásticos y otros materiales de un solo uso; acidificación de los océanos, flujos biogeoquímicos principalmente de los ciclos de fósforo y nitrógeno (producto de desechos orgánicos que llegan a los mares produciendo contaminación y fenómenos como la abundancia de sargazo en las playas), con aerosoles atmosféricos y el agujero de ozono estratosférico.
“En el caso de México debemos hacer un esfuerzo para ver cómo están nuestros procesos, cuyo rebasamiento impide procesos ecológicos imprescindibles de nuestra fuente originaria de vida”, subrayó.
Vega López resaltó que es necesario conocer el costo de reparación de los daños para tener opiniones expertas que asesoren las políticas públicas.
Urgió a actualizar el inventario de emisiones de dióxido de carbono equivalente en el país, pues se conoce qué actividades económicas ocasionan los volúmenes de emisiones, pero se necesitan datos actualizados de la energía generada, la consumida y la disponible, así como de las actividades agrícolas y pecuarias
Explicó que las emisiones totales son de aproximadamente 665 millones de toneladas de dióxido de carbono, a las cuales se le restan 173 millones porque los sumideros naturales (selvas, bosques, matorrales xerófilos, manglares, arrecifes y biomasa marina) absorben, capturan y mantienen en esos ecosistemas el dióxido de carbono.
Respecto a los incendios forestales, documentó que, desde el último trimestre de 2020 hasta mayo del año en curso, hemos padecido sequías permanentes en 70 por ciento de México, especialmente en el norte y noroeste, donde el clima seco se ha manifestado con más intensidad.
“Con los incendios ocurridos hemos perdido vegetación en muchas hectáreas de diversos ecosistemas. Solo de 2019 a 2024 tenemos el doble de hectáreas siniestradas que en años anteriores”, señaló.
En contraste, a partir de la segunda mitad de mayo de 2025 comenzó a llover y no ha dejado de hacerlo, causando graves inundaciones en diversas zonas del país, especialmente en Veracruz, Hidalgo, Puebla y Tamaulipas.
Detalló que en años anualmente demasiado húmedos como el actual, aunque durante el primer semestre hubo sequías, las políticas públicas deben ubicarse en la coyuntura.
Con información de: UNAM
 
				