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La IA también se equivoca: por qué la Alfabetización Mediática es más importante que nunca

Ciudad de México, 30 de octubre de 2025.- En un mundo donde la inteligencia artificial puede crear titulares perfectos, imágenes realistas y copiar voces humanas con una precisión asombrosa, distinguir lo real de lo falso se ha convertido en un desafío cotidiano. Imagina una situación cada vez más común: un artículo convincente aparece en línea, con citas de expertos, fechas precisas y un lenguaje profesional. Se difunde por distintas plataformas, moldeando opiniones y decisiones… hasta que se revela que las citas eran falsas, los expertos nunca existieron y que toda la historia fue creada íntegramente por una IA.

Esta es la realidad actual: la línea entre la información real y el contenido artificial se vuelve cada vez más difícil de distinguir. La inteligencia artificial generativa llegó con una enorme promesa: procesar grandes volúmenes de datos y ofrecer información más rápido que nunca. Pero existe un problema, y es serio.

Los modelos de lenguaje de gran escala (LLM) tienen un hábito curioso: alucinan. Generan información que suena creíble, pero que está completamente inventada —citas falsas, fuentes inexistentes, estadísticas fabricadas—. Y lo preocupante es que estos errores no son excepciones: forman parte de su funcionamiento. Los modelos de IA están diseñados para responder preguntas; cuando no saben la respuesta, adivinan, porque hacerlo mejora su rendimiento general. El resultado: respuestas incorrectas expresadas con total seguridad.

El peligro no es solo que la IA pueda equivocarse, sino que esas equivocaciones puedan engañar a la ciudadanía, influir en líderes y moldear la opinión pública, todo mientras parecen totalmente verosímiles. Los efectos ya se perciben: el contenido falso se difunde rápidamente, influye en elecciones, distorsiona hechos y erosiona la confianza en el periodismo. Cuando las personas ya no pueden distinguir entre un reportaje auténtico y una ficción generada por IA, la democracia misma está en riesgo.

Por eso, la UNESCO ha lanzado su campaña “La IA puede equivocarse” durante la Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) 2025. El mensaje es claro: en un mundo cada vez más moldeado por la inteligencia artificial, nuestra herramienta más poderosa sigue siendo la capacidad de pensar críticamente sobre la información.

La Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) no es solo un término académico: es una habilidad esencial para la vida. Todas las personas podemos adoptar acciones simples pero poderosas: pausar antes de compartir, cuestionar las fuentes, diversificar los medios de información y comprender cómo funcionan los sistemas de IA. Estos hábitos ayudan a frenar la propagación de la desinformación y a reconstruir la confianza.

Pero el progreso duradero requiere más que el esfuerzo individual. Las plataformas digitales deben integrar la alfabetización mediática e informacional en su diseño. Los desarrolladores de IA deben ser transparentes sobre cómo operan sus sistemas. Las Directrices de la UNESCO para la Gobernanza de las Plataformas Digitales y su documento complementario, el Plan de Acción Multiactor para Integrar la AMI en las Plataformas Digitales, ofrecen una hoja de ruta para fortalecer el pensamiento crítico de los usuarios y garantizar entornos digitales más seguros y éticos.

El panorama mundial muestra la urgencia: aunque el 88% de los países reconoce la importancia de la AMI en sus políticas nacionales, solo 17 países —es decir, el 9%— han adoptado políticas específicas sobre el tema. Aún queda mucho por hacer.

La Semana Mundial de la Alfabetización Mediática e Informacional 2025, que se celebra del 24 al 31 de octubre bajo el tema “Mentes sobre la IA: AMI en los espacios digitales”, lleva esta conversación a Colombia para su conferencia principal. El objetivo: explorar cómo una AMI más sólida puede ayudar a las personas a interactuar críticamente con los contenidos generados por inteligencia artificial.

La campaña de la UNESCO no es solo una advertencia: es un llamado a la acción, una invitación a recuperar el poder de decisión en un mundo impulsado por la IA, a valorar la precisión por sobre la viralidad, a recordar que, aunque la inteligencia artificial puede procesar información a velocidades sobrehumanas, la sabiduría, el juicio y el pensamiento crítico humanos siguen siendo irremplazables.

Porque la IA también se equivoca. Pero no tenemos por qué creerle.

Con información de: UNESCO

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