Salud y Belleza

Más allá del estigma, importancia de la salud mental

Ciudad de México, 30 de septiembre de 2025.- La adolescencia es una etapa de grandes cambios y desafíos, un momento en el que se forja la identidad y se definen las relaciones con los demás y con el mundo, indicó en entrevista el doctor Alfredo Nateras Domínguez, académico del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y uno de los principales referentes en estudios sobre jóvenes.

Indicó que, esta etapa tan crucial, trae consigo vulnerabilidades que pueden afectar la salud mental de los jóvenes. A menudo, el miedo al qué dirán o la vergüenza de “no ser lo suficientemente fuerte” impiden que los adolescentes busquen la ayuda que necesitan, perpetuando un estigma que les dificulta su desarrollo.

Nateras Domínguez enfatizó que la salud mental es tan importante como la salud física. Ya que es la base que permite pensar, sentir y actuar, y determina la capacidad para afrontar el estrés, manejar las emociones y construir relaciones sanas. Es fundamental comprender que tener un problema de salud mental no es una debilidad, sino una condición que puede y debe ser tratada.

Desde su perspectiva sociológica, explicó que las enfermedades mentales no son solo problemas individuales, sino fenómenos sociales complejos influenciados por factores como la inseguridad, la precariedad económica, la discriminación, el ritmo acelerado de la sociedad, la falta de apoyos y la idealización del éxito individual.

Estos factores afectan el bienestar emocional y crean un entorno vulnerable donde este sector de la población corre mayor riesgo de desarrollar problemas de salud, que se manifiestan a través de la falta de acceso a servicios de apoyo y el aumento de experiencias de estrés y adversidad.

El académico insistió que los fenómenos que involucran a la juventud no son exclusivos de esa etapa vital, sino que se enmarcan en la condición humana, social y cultural general de una sociedad.

Esto significa que, aunque la juventud tiene sus particularidades, los problemas o características que la definen están profundamente influenciados por las circunstancias y el entorno social en el que se desarrollan, reflejando dinámicas más amplias de la existencia humana.

Aseguró que los jóvenes son producto de su tiempo y contexto, y que, para entender sus realidades, “debemos analizar las condiciones humanas, sociales y culturales que les dan forma, más allá de considerarlos como un grupo aislado”.

En ese sentido, reveló que existen trastornos mentales que pueden afectar la capacidad de juicio y control de impulsos, aumentando la vulnerabilidad a cometer actos delictivos, aunque la relación es compleja y no implica que toda persona con un trastorno mental vaya a delinquir.

Tal es el caso del joven que atacó al estudiante de CCH Sur, una situación que abrió un debate sobre la salud mental, los comportamientos en redes sociales y la prevención de la violencia en jóvenes.

El uso excesivo de redes sociales está asociado con problemas de salud mental en jóvenes, como ansiedad, depresión, baja autoestima y problemas de sueño, debido a la comparación social, el ciberacoso, la exposición a contenido sesgado y la desconexión de actividades importantes en el mundo real, refirió.

Sin embargo, la enfermedad mental no solo aqueja a los jóvenes, afecta a personas de cualquier edad, desde la infancia hasta la vejez, aunque muchas condiciones comienzan en la adolescencia o adultez temprana, otros trastornos pueden iniciarse más tarde en la vida o persistir a lo largo de ella.

El doctor Nateras Domínguez resaltó que la enfermedad mental debe ser comprendida para combatirla eficazmente, ya que los trastornos mentales son afecciones médicas complejas que afectan el pensamiento, el humor y el comportamiento.

Un conocimiento adecuado sobre las causas, síntomas y la naturaleza de estos padecimientos permite buscar el tratamiento correcto, disminuir el estigma social, comprender y apoyar mejor a quienes los padecen y, en última instancia, facilitar su recuperación y manejo.

Afirmó que es crucial reflexionar sobre la salud mental en las universidades, ya que el bienestar emocional es un pilar para el rendimiento académico y personal, impactando la concentración hasta el afrontamiento del estrés y la adaptación al entorno.

Abordar estas problemáticas requiere estrategias integrales, incluyendo acceso a servicios de consejería psicológica, programas de sensibilización, promoción de una cultura de apoyo mutuo y políticas institucionales que prioricen la salud mental como un bien esencial para toda la comunidad universitaria.

Las autoridades universitarias tienen un papel fundamental y multifacético en la salud estudiantil y la comunidad en general, al crear un entorno de apoyo, promover el bienestar, implementar programas de prevención y atención, y combatir el estigma asociado a los problemas de salud, señaló.

Esto implica la creación de políticas institucionales que prioricen la salud integral, la provisión de recursos accesibles y de calidad, y la formación de una cultura universitaria abierta y sensible a las necesidades de los estudiantes, concluyó.

Con información de: UAM

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