A menos de dos horas de la Ciudad de México, entre nubes, encinos y oyameles, se encuentra uno de los destinos naturales más sorprendentes del estado de Hidalgo: Epazoyucan y su enigmático Parque Peñas Cargadas. Este lugar, aún poco conocido por muchos viajeros, ofrece un paisaje único con formaciones rocosas de basalto que parecen desafiar la gravedad y se alzan como esculturas naturales perfectas para la fotografía y la aventura.
El municipio de Epazoyucan combina historia, cultura y naturaleza. Según la tradición oral, su nombre proviene del epazote, una planta que se dio en abundancia en la zona gracias a los antiguos fundadores de la comunidad, quienes originalmente lo llamaron Tomazquitla, “lugar de muchos madroños”.
Peñas Cargadas, ubicado dentro del Parque Nacional El Chico, es una de las joyas geológicas del centro del país. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de actividades como senderismo, ciclismo, cabalgatas, recorridos en cuatrimoto y tirolesas de más de 40 metros de largo, siempre acompañados por guías locales que enriquecen la experiencia con datos históricos y ecológicos.
Para quienes buscan algo más tranquilo, el Parque Ecológico El Jarillal ofrece un ambiente ideal para acampar, hacer picnic, practicar ciclismo o simplemente respirar aire puro. La entrada al parque cuesta solo 40 pesos por automóvil, lo que lo convierte en una opción accesible para una escapada de fin de semana.
Además, Epazoyucan también alberga atractivos como el Ex Convento de San Andrés Apóstol y el parque zoológico Tuzofari, lo que lo convierte en un destino completo para familias, fotógrafos y amantes de la naturaleza.
