Colaboraciones

Charlas de taberna | Tejen mujeres militares “un poquito” de historia | Por: Marcos H. Valerio

En un taller donde el sonido de las agujas se mezcla con el murmullo de la disciplina castrense, la sargento segundo Laura Jocelyn Velázquez Cruz y la soldado Evangelina Rentería de la Cruz encabezan un equipo exclusivamente femenino.

Evangelina, con más de 30 horas dedicadas al bordado del escudo nacional, traza con precisión quirúrgica las líneas del águila devorando la serpiente.

“Es un honor que no se explica, solo se siente”, dice mientras sus manos dan forma al emblema tricolor en raso verde, blanco y rojo, siguiendo la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales.

Hace diez días, tomaron las medidas de la presidenta, asegurándose de que la banda se ajuste como un guante al cuerpo que hoy liderará el Zócalo. La teniente Evelyn Jaime Díaz supervisa cada detalle, consciente de que este trabajo trasciende: es la primera vez que una banda presidencial, creada por mujeres, será usada por una mujer en el balcón de Palacio Nacional.

El proceso, que parece sencillo, es un ritual de precisión y patriotismo. Las piezas de tela se cortan con cuidado milimétrico, los colores de la bandera se alinean en el orden correcto —verde en la parte superior, como mandó el expresidente López Obrador desde 2018—, y el nombre de Claudia Sheinbaum se borda con letras que destellan bajo la luz.

A este gran gesto, a través de sus redes sociales, la presidenta de México, escribe: “Gracias por su trabajo, por su amor a México”, les dice Sheinbaum, mientras la prenda, ya terminada, reposa en una caja de madera y cristal, lista para ser escoltada por las Fuerzas Armadas hasta el momento del Grito.

Hoy, cuando Sheinbaum alce la voz en el Zócalo, la banda que cruza su pecho llevará consigo las manos de mujeres que, desde la SEDENA, han cosido un pedazo de historia.

Asimismo, subraya, cómo estas militares, con su destreza y compromiso, han dado un nuevo significado al símbolo presidencial. En cada hilo, en cada puntada, late el orgullo de un México que celebra su independencia y, al mismo tiempo, el ascenso de sus mujeres a los más altos escenarios del poder. Esta noche, el Grito no solo resonará por la libertad, sino por la fuerza de quienes, desde el anonimato de un taller, visten a la nación.

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