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En materia de igualdad de género, fortalecimiento de alianzas entre universidades: rectoras y académicas

Ciudad de México, 02 de septiembre de 2025.- Para potenciar el trabajo que universidades y sus autoridades realizan para alcanzar la igualdad sustantiva se requiere fortalecer las alianzas entre instituciones de educación superior (IES), sugirió la coordinadora para la Igualdad de Género en la Universidad Nacional, Norma Blazquez Graf.

Además, intercambiar experiencias regionales que permitan crear redes de rectoras cada vez más fuertes y con universidades comprometidas, siempre con esta mirada feminista, puntualizó en el Encuentro de Rectoras de Universidades y Directoras de Instituciones de Educación Superior.

En la mesa moderada por la secretaria de Desarrollo Institucional de la Universidad Nacional, Tamara Martínez Ruíz, manifestó que también se necesita compartir aprendizajes y generar políticas conjuntas.

Es importante, continuó, el compromiso de todas las rectorías y de las estructuras o entidades de decisión, a fin de avanzar y transformar a las universidades en espacios libres de violencia y discriminación, inclusivas con igualdad sustantiva, evitando la simulación.

Un aspecto importante en materia de igualdad de género en la Universidad de la nación es que 50 por ciento de la matrícula estudiantil en licenciatura, maestría y posgrado está constituida por mujeres, lo mismo ocurre en el ámbito de las directoras, enfatizó Blazquez Graf ante la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés Alessandri; y la rectora general de la Universidad de Guadalajara, Carla Alejandrina Planter Pérez.

En el salón Jaime García Terrés, del Centro de Exposiciones y Congresos UNAM, la coordinadora de la Investigación Científica de la Universidad Nacional, María Soledad Funes Argüello, acotó que son numerosos los desafíos para lograr la igualdad de género, tema en el que, sin duda, se han dado grandes avances.

Pero, abundó, es algo que debe trabajarse día a día, “no basta con tener políticas afirmativas para alcanzar espacios igualitarios; el hecho de que la comunidad científica reciba bien estas políticas no ha sido sencillo”.

Si se analiza el número de estudiantes mujeres y varones en áreas científicas, en licenciatura y en casi todas estamos a la par; empero esa consonancia se va desbalanceando al avanzar las trayectorias académicas –maestría y doctorado, y en las plazas de investigación–, donde la diferencia sigue siendo significativa.

“Aunque hemos tenido avances importantes, nos falta mucho para que los espacios académicos sean verdaderamente seguros y donde todas las personas podamos desarrollarnos de manera libre y con la confianza de que todo lo que estamos haciendo será respetado”, refirió.

En su oportunidad, la rectora Rosa Devés mencionó que en 2022 en su país se implementó una ley que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en la educación superior y que obliga a las universidades a implementar políticas integrales de prevención y sanción para erradicar esos actos y crear ambientes seguros.

En ese proceso, la participación de la universidad y, sobre todo, la voz de las jóvenes del movimiento feminista estudiantil, fueron fundamentales. Sin embargo, todavía se requieren flexibilidades, “necesitamos políticas e institucionalidad; trabajamos en ello, pero debemos estar atentos a los movimientos y diálogos entre los activismos y la academia, pues debemos impulsarlos entre todas”.

Subrayó que debe darse en todos los niveles de las universidades, establecer una estrategia que integre estas capacidades. Eso es algo que estamos logrando en la Universidad de Chile por medio de una certificación en igualdad que abarca las dimensiones universitarias, con indicadores y metas; lo hemos establecido, primero, a nivel central y después en cada una de las facultades, y se proyecta instrumentarlo al sistema de instituciones de educación superior estatales.

En tanto, la rectora Karla Alejandrina Planter expuso que desde hace décadas en esa institución se trabaja en la materia con resultados diversos, y en 2021 se creó la Unidad para la Igualdad; también labora en el protocolo para la atención, sanción y erradicación de la violencia, los códigos de ética y conducta, el reglamento de responsabilidades y sanciones, entre otros.

Señaló que el tema de la llegada de mujeres a los puestos de toma de decisión es una asignatura pendiente y debe institucionalizarse, así como revisar la narrativa de cómo se plantean las acciones para alcanzar la igualdad sustantiva, “a fin de evitar que algunos hombres perciban esto como una amenaza. De lo que se trata es de no repetir esquemas de los que estamos tratando de escapar desde hace años”.

Con información de: UNAM

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