Salud y Belleza

Caldo de huesos: beneficios y cómo preparar esta fuente de colágeno natural

  • Una tradición ancestral que hoy se reafirma como un superalimento: el caldo de huesos ofrece sabor, nutrición y bienestar en una sola taza.

Ciudad de México, 28 de agosto del 2025.- El caldo de huesos no es una moda pasajera: se ha consumido durante siglos en distintas culturas como base de sopas, guisos y remedios caseros. Hoy ha regresado con fuerza a la gastronomía saludable, respaldado por estudios que reconocen sus beneficios y lo posicionan como una alternativa natural frente a productos industrializados.

Beneficios

El caldo de huesos es una fuente natural de colágeno y gelatina, nutrientes que fortalecen las articulaciones, mejoran la elasticidad de la piel y favorecen la salud del cabello y las uñas. Su lenta cocción libera aminoácidos esenciales y le da un alto valor nutricional.

Además, aporta minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio, fundamentales para el buen funcionamiento de huesos y músculos. Su gelatina favorece la digestión y puede reforzar el sistema inmunológico, lo que lo convierte en un aliado de la salud integral.

Por si fuera poco, es bajo en calorías pero con gran poder saciante, ideal en planes de control de peso. Sus electrolitos naturales lo hacen útil para hidratar y recuperar energía después del ejercicio o durante resfriados. Por ello, médicos y nutriólogos lo recomiendan tanto en dietas tradicionales como en tendencias modernas como la paleo, la keto o el ayuno intermitente.

Receta básica de caldo de huesos casero

Ingredientes (para 3-4 litros de caldo):

1.5 kg de huesos (res, pollo o cerdo, con cartílago y médula).

2 zanahorias grandes.

2 ramas de apio.

1 cebolla blanca en cuatro.

4 dientes de ajo.

1 trozo de jengibre (opcional).

2 hojas de laurel.

1 cucharada de vinagre de manzana.

Sal y pimienta al gusto.

Agua suficiente (4-5 litros).

Preparación:

  • Hornear los huesos 30 minutos a 200 °C para intensificar el sabor.
  • Colocarlos en una olla grande con los vegetales, especias y vinagre. Cubrir con agua.
  • Cocinar a fuego bajo de 8 a 12 horas (pollo) o hasta 24 horas (res).
  • Colar el caldo y guardarlo en refrigeración hasta por 5 días o congelar en porciones.
  • Tip: Si al enfriarse se forma una capa gelatinosa, es señal de un caldo rico en colágeno.

Con información de: https://www.eleconomista.com.mx/

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