Gobierno federal gasta más en pago de pensiones que en educación y salud juntos
Ciudad de México, 15 de agosto de 2025.- El gasto en pensiones (tanto contributivas como no contributivas) del gobierno federal superó el billón de pesos en el primer semestre del 2025, con lo que el gobierno gastó más en pensiones que en educación y salud juntos.
Esta situación, que ya lleva cuatro años (desde el 2022), generó que del 2018 al 2024 la pobreza entre las personas de 65 años o más se redujera en casi 30%, pero que al mismo tiempo aumentaran las carencias en salud y educación.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y de la consultora Integralia, el gasto en pensiones durante enero-junio de 2025 fue de 1.011 billones de pesos, un incremento de 75% en términos reales del 2018 a la fecha.
De ese total gastado en el primer semestre del 2025, 778,202 millones de pesos se fueron a pensiones contributivas y los otros 233,345 millones se destinaron a las no contributivas.
Mientras que en ese mismo periodo, el gobierno gastó sólo 853,000 millones de pesos en educación y salud juntos. De hecho, el 2025 es el cuarto año consecutivo en el que el gobierno gasta más en pensiones que en educación y salud.
Carlos Ramírez, socio consultor de Integralia, explicó que el crecimiento en el gasto en pensiones en los últimos años se explica principalmente por un incremento en el rubro de las pensiones no contributivas.
Y recordó que en el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, la Pensión Universal de los Adultos Mayores (PUAM) se universalizó para todas las personas a partir de que cumplieran los 65 años y además se incrementó el monto del apoyo, lo que fue elevando con el paso de los años el costo de dicho programa social.
Es por esto que, del 2018 al 2025, el gasto en pensiones no contributivas se multiplicó por nueve: en el primer semestre de 2018 el gobierno sólo gastó 25,319 millones de pesos en no contributivas y para 2025 ese gasto se disparó a 233,345 millones de pesos.
Las pensiones contributivas son aquellas en las que el pensionado tuvo que aportar durante su vida laboral una parte de su salario a los institutos de seguridad social para financiar sus pensiones o las de otros jubilados.
Mientras que las pensiones no contributivas son aquellas en las que quien las recibe no tiene que aportar ninguna cuota de su salario y que son financiadas en su totalidad por el gobierno, como la PUAM.
En el caso de las pensiones contributivas, el gasto creció 41% del 2024 a 2025. La mayor parte de este gasto en pensiones contributivas es por las pensiones de las generaciones de transición, tanto del IMSS, ISSSTE, Pemex y otras instituciones con pasivo pensionario.
Se reduce pobreza, pero hay más carencias y educación y salud
De acuerdo con la Medición de la Pobreza Multidimensional elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la pobreza entre la población de 65 años y más se redujo en 28.5 por ciento.
“Esta reducción de la pobreza entre los adultos mayores se explica, en buena medida, por la Pensión Universal de los Adultos Mayores”, destacó el consultor de Integralia.
Mientras que la carencia por acceso a los servicios de salud pasó de afectar a 16.2% de la población en el 2018 a 34.2% de la población en el 2024. Al tiempo que el rezago educativo pasó de afectar a 19% de la población en el 2018 a 18.6% en el 2024.
Ramírez dijo que si hay igual o más carencias en salud y educación, la razón es muy sencilla: el Estado no tiene suficiente dinero para garantizar estos derechos a la población y mantener el pasivo pensionario del país.
“Estamos es una trampa muy peligrosa en la que estamos sacrificando el mediano y largo plazo al no invertir en educación para los jóvenes y servicios de salud para toda la población, a cambio de resultados en el corto plazo, que son justamente esta reducción en la pobreza de los adultos mayores por las pensiones”, opinó el especialista en pensiones.
Gasto en pensiones seguirá creciendo
Finalmente, Carlos Ramírez advirtió que el gasto en pensiones del gobierno federal seguirá creciendo aproximadamente en las siguientes dos décadas, hasta que los pensionados de las generaciones de transición comiencen a disminuir.
Añadió que en tanto no haya los suficientes recursos para incrementar el gasto en educación y salud, lo más seguro es que la tendencia de los últimos cuatro años –que el gobierno gasta más en pensiones que en esos dos rubros juntos– continuará e incluso empeorará.
“El problema es que no hay una salida clara a esta trampa en la que nos encontramos: o elevamos los ingresos del gobierno mediante una reforma fiscal, con el costo político que ello implicaría, o con endeudamiento, o por el contrario nos quedamos como estamos”, dijo.
No descartó que si la situación continúa como hasta ahora, el gasto en salud y educación no sólo se quede plano (sin crecimiento) en los próximos años, sino que incluso podría comenzar a descender, al tiempo que el gasto en pensiones inevitablemente irá al alza por el envejecimiento poblacional.
Con información de: Economista