Economia

Pobreza y género: Hay 2 millones más de mujeres pobres que hombres

Ciudad de México, 14 de agosto de 2025.- Las brechas de género en la distribución de la riqueza se han ido cerrando en los años recientes, pero constituyen una de las problemáticas más persistentes en México todavía.

Al corte del 2024 se observó que hay más mujeres en algún grado de pobreza. De los 38.5 millones de mexicanos en situación de pobreza, 20.5 millones son mujeres, mientras que los 18 millones restantes son hombres, de acuerdo con las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Pese a esta feminización de la pobreza, a nivel federal, destaca una importante reducción de estos niveles. Entre 2022 y 2024 el total de mujeres en pobreza pasó de 36.9 a 30.1% del total, lo que reflejó una baja de 6.8 puntos porcentuales.

En términos absolutos, esto implicó que en estos dos años poco más de 4 millones de mujeres salieron de la pobreza. Esto refleja una mejora de sus ingresos respecto del costo de la vida, así como un mayor acceso a derechos sociales fundamentales.

Por otro lado, en la medición de carencias sociales se observó que 1 de cada 5 mujeres en México presenta tres carencias o más.

La más común es la carencia por acceso a la seguridad social: 47.2% de las mujeres no cuenta con afiliación a una institución de este tipo. Mientras que la carencia por acceso a la salud y el rezago educativo se presentaron en el 32.9 y 18.5% de las mujeres.

Mujeres indígenas, las más vulnerables

Entre las mujeres, las que pertenecen a comunidades indígenas conforman el grupo con los mayores niveles de pobreza y presencia de carencias sociales. Aunque, como en la tendencia general, estos niveles se han reducido en los últimos años, las cifras todavía son alarmantes.

En 2024 se registró que seis de cada 10 mujeres indígenas se encontraban en algún grado de pobreza.

El 38.6% de las mujeres indígenas están en pobreza moderada, lo que implica que tienen dificultades para costear la canasta básica (alimentos, servicios y otros productos de primera necesidad). Otro 23.5% de ellas está en pobreza extrema, es decir, que no logran costear ni siquiera la alimentación.

Para las mujeres indígenas las cifras sobre carencias sociales son significativamente más altas que para las mujeres no indígenas. El 76.7% de ellas no cuenta con acceso a seguridad social y el 47.4% no está afiliadas a ninguna institución de salud pública ni privada.

Resalta particularmente que en mujeres indígenas la carencia por acceso a los servicios básicos (luz, agua, gas) en la vivienda es de 53.2%, este nivel es casi cuatro veces superior que la cifra general para mujeres.

Aunque las desigualdades de género impactan de manera generalizada, la población femenina no es un grupo homogéneo. Por ello es fundamental un enfoque interseccional que ponga atención y recursos en las necesidades particulares de las mujeres más vulnerables.

Con información de: El Universal

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