Maquillaje pirata, hasta 80% más barato, pero con riesgo a la salud
Ciudad de México, 04 de agosto de 2025.- ”Son originales, son robados…” fue la táctica de venta de un hombre que se dedica a ofrecer maquillaje de gama alta y aparentemente original a precios realmente bajos con empaques maltratados, sucios, dañados y de marcas cuyo valor oscila en establecimientos formales entre los 400 y mil 500 pesos mexicanos; sin embargo, el ahorro de hasta 80 por ciento que tienen las personas por comprar estos productos se puede sextuplicar para atender un tratamiento dermatológico por los daños que pueden causar a la salud.
Basta con recorrer los comercios informales de la Ciudad de México para dar cuenta de la cantidad de productos que se pueden adquirir: cosméticos pirata, clones, mercancía robada o incluso marcas originales, pero todos tienen algo en común, se desconoce su procedencia, su tratamiento, sus ingredientes y el tiempo que llevan expuestos en lugares insalubres.
En un recorrido realizado por La Razón, se constató que las principales marcas de cosméticos que se venden en tianguis o mercados sobre ruedas se encuentran a la intemperie, expuestos a partículas nocivas y con el nulo tratamiento; al cuestionar a un vendedor sobre el precio de un producto específico, éste no supo qué contestar y le pasó la batuta a su tía, quien se acercó, reiteró que eran originales y aunque admitió que muchos estaban en mal estado, abiertos o rotos, también ofreció la venta de perfumes “originales”.
- 32 mil 786 mdp fueron las ventas de productos pirata
- 4,900 pesos, el costo de un tratamiento médico dermatológico
Una base de maquillaje de la marca Dior que en tiendas como Sephora, Palacio de Hierro o Liverpool oscila entre los mil 150 y mil 500 pesos, en ese puesto costaba sólo 200 pesos, alrededor de 85 por ciento menos.
En ese tianguis de Las Torres en la alcaldía Iztapalapa y en los cientos que hay en la Ciudad de México y la Zona Metropolitana se pueden adquirir este tipo de productos; sin embargo, se desconoce su control de calidad o las condiciones en las que fueron transportados. En este caso, los productos que se pudieron observar durante el recorrido eran de marcas reconocidas como MAC, Clinique, Dior, NYX, Givenchy, de los cuales, en algunos casos se pudo verificar que algunas mercancías contaban con etiquetas de la tienda departamental Liverpool, y en cuyo caso se leía la leyenda “producto muestra” o “probador de maquillaje”.
El verdadero problema de este tipo de productos cosméticos es que son de dudosa procedencia, lo que puede ocasionar enfermedades y, a su vez, golpes fuertes a los bolsillos de las personas que los consumen; esto sin contar el daño millonario a la industria mexicana formal, señalaron expertos.
- El Tip: Las ventas del sector cosmético en México al cierre del año pasado ascendieron a 284 mil 390 millones de pesos, lo que significó un repunte de apenas 5.5 por ciento
Si una persona usa maquillaje sin conocer el origen del producto o sin saber si tuvo o no un adecuado control de calidad, corre el riesgo de provocar un daño dermatológico que su tratamiento tendrá un costo de entre los mil 800 pesos y los 4 mil 900 pesos por sólo un mes y que incluirá consultas médicas especializadas y medicamentos.
Por ejemplo, en el caso de tener una dermatitis irritativa o una infección leve podría utilizarse un medicamento tópico, de patente, cuyo precio oscila entre los 300 a mil 500 pesos.
“Un antibiótico tópico, probablemente, se encuentre entre los 300 y 500 pesos, pero si el problema fue alérgico, entonces un medicamento aplicado podría costar entre los 300 y mil 500 pesos”, indicó Alejandra Iglesias, médica especialista en Dermatología.
El tratamiento llega a durar un mes, entonces, se deben comprar dos productos, ya que no se alcanza a cubrir todo el tratamiento, y sumarle dos o más consultas que, dependiendo de la zona, puede costar desde los 600 y hasta los mil 500 pesos; y en caso de que el paciente no responda a los medicamentos, implicará un gasto mayor en medicamentos y en consultas médicas.
“Y si el paciente no respondiera favorablemente al tratamiento, a veces hay que verlo hasta cada semana, pero si el paciente no tiene esas condiciones y que uno espere que la evolución va a ser favorable, generalmente, son dos consultas”.
La especialista indicó que en estos lugares las personas se pueden probar los productos sin el mínimo cuidado, por lo que los usan y lo dejan contaminado, y “cuando me lo aplico, estoy trasladando a mi cuerpo un agente infeccioso”, por eso siempre es importante adquirir productos en donde haya un manejo adecuado y haya control de calidad, “es lo que garantiza que el producto va a funcionar bien, y además no va a provocar dermatitis de contacto, alergia o infección”.
Si bien estas mermas son importantes; el golpe económico también se observa en la industria. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec), el comercio informal ganó en 2024, 32 mil 786 millones de pesos, 11.5 por ciento más que en 2023; es decir, este crecimiento es equivalente a lo que el sector formal perdió al cierre del año anterior, ya que sólo creció 5.5 por ciento, la mitad del crecimiento del de la informalidad.
“Es un tema importante porque están creciendo de manera sostenida a doble dígito cuando nosotros no lo podemos hacer en la parte de la formalidad”, señaló Rosa María Sánchez, directora general de la Canipec, en entrevista con La Razón.
Los temas de preocupación son el rellenado de productos, “el envase lo recogen, rellenan y lo vuelven a poner como si fuera el producto original. O la clonación, productos clonados o piratas es lo mismo, porque ahí sí se fabrica desde el envase, se hacen sus propios etiquetados y grabados y luego meten formulaciones sin ningún control de calidad ni de ingredientes”.
O bien, es mercancía robada en el país que vende en la informalidad y que se suma al contrabando, cuando son productos que llegaron a México, pero “infringiendo las leyes de importación… No están pagando impuestos”.
Sánchez aseguró que el crecimiento del sector informal también repercute en que no se pueda realizar mayor inversión, ni se den más empleos, “nosotros quisiéramos que así sea, seguir creciendo, porque hay mucho potencial, podríamos tener ese 10 por ciento dentro de la propia industria formal y esto nos permitiría generar desarrollo en el país, más investigación e innovación, porque el interés está”.
Con información de: La Razón