Colaboraciones

Análisis | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | CCVII Aniversario del Grito de Independencia

En estos días de septiembre, las y los mexicanos conmemoramos el 212 aniversario de la gesta heroica convocada por Don Miguel Hidalgo y Costilla, para proclamar el grito de independencia nacional para este México republicano que se mantiene estoico como una nación soberana. En Hidalgo como una de las 32 entidades federativas suscribientes del pacto federal, esta ocasión no puede ser ajena de su celebración y es así como, partiendo de rendirle culto al Padre del Patria en la propia denominación de nuestro Estado, Hidalgo desde su Palacio de Gobierno está a la puerta de vivir una noche histórica con la ceremonia que habrá de encabezar el Señor Gobernador Julio Menchaca Salazar.

En su primer acto de esta naturaleza dentro de su mandato constitucional, el titular del Ejecutivo estatal habrá de hacerse acompañar de los representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, así como del Alcalde de Pachuca, para dirigirse a las y los miles de hidalguenses que seguramente se congregaran en la Plaza Juárez de Pachuca y luego entonces proclamar la arenga histórica que da cuenta del homenaje y remembranza a nuestros héroes nacionales que valientemente nos dieron de patria, justicia y libertad.

Se prevé naturalmente que cada expresión del gobernador Menchaca al referirse a héroes o heroínas como Miguel Hidalgo, José María Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, Vicente Guerrero, Ignacio Allende, Leona Vicario, Ignacio Aldama, entre otros, contenga un sello personalísimo que dé lustre a tan significativa ocasión. Es previsible también que, en el curso mismo de la coyuntura aún vigente de su llegada a la primera magistratura del Estado, pueda eventualmente presentarse por el titular del Ejecutivo , alguna manifestación ligada a la nueva realidad política de Hidalgo y de México, entrelazadas entre sí a un movimiento transformador respecto al régimen de gobierno.

Hacia esta noche conmemorativa surge la reafirmación del patriotismo de cada mexicana y mexicano, es también la ocasión tradicional para hacer de la mexicanidad un motivo de unión y fraternidad a lo largo de cada rincón de nuestro país. Sin duda alguna, esta “noche mexicana” tendrá matices importantes marcados por supuesto, por la condición aún subsistente de la pandemia sanitaria o la ya referida transición del Ejecutivo estatal para el caso de Hidalgo, pero queda como un común denominador, la certeza de que más allá de cualquier eventualidad, emergencia o incluso encono entre sectores de la población, surge la confluencia de intereses máximos de todas y todos acerca de la concordia, el entendimiento y la paz social.

Esa ha sido justamente la convocatoria del gobernador Menchaca a lo largo de sus primeros 10 días de gobierno que se cumplen justamente en este 15 de septiembre. El diálogo institucional del Gobierno de Hidalgo con su pueblo se encuentra garantizado y patente en la agenda pública de esta administración y es así como debe advertirse, se deja allanado el camino al fortalecimiento de la cultura democrática y respeto al Estado de derecho, valores naturales del movimiento independentista mexicano de hace más de 200 años.

Hoy por lo pronto, desde la sociedad nos encontramos expectantes a la respuesta institucional del Gobierno de Hidalgo a la oferta política que postuló en la cual quedan situadas diversas premisas que la historia de México ha marcado como necesarias siempre para corresponder a los anhelos ciudadanos de sus habitantes. Que estas fiestas de independencia sean la ocasión idónea de refrendar la unidad de Hidalgo y de sus 84 municipios por el bien de todas y todos quienes diariamente hacemos patria desde esta tierra.

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