Pueblos Originarios

Agonizan centros de atención a mujeres indígenas en Oaxaca.

Juchitán, Oax., 07 de mayo del 2020. Los Centros de Atención a la Mujer Indígena (CAMi’s), 34 distribuidos en toda la República Mexicana, entre ellos la Casa de la Mujer Nääxwiin de Matías Romero, agonizan y podrían cerrar debido a que no se les ha asignado el recurso autorizado por el Presupuesto de Egreso de la Federación, lo que significa que dejarían a su suerte a miles de mujeres de pueblos originarios que son víctimas de violencia y requieren atención sobre salud sexual y reproductiva.

En el Istmo de Tehuantepec hay tres centros, ubicados en Juchitán, San Mateo del Mar y Matías Romero, éste último llamado Centro para los Derechos de la Mujer Nääxwiin, que brinda atención a las mixes de la zona norte del Istmo, y en estos 17 años de vida ha atendido a 12 mil 800 mujeres, y ahora en esta cuarentena para evitar contagios de Covid-19, 23 mujeres han recibido acompañamiento legal y sicológico.

Las Casas de la Mujer Indígena (Cami’s) surgieron en 2003, en su mayoría, y son espacios que salvaguardan la integridad de ese sector social y les brinda atención integral y acompañamiento en lengua nativa, en temas como salud sexual y reproductiva y violencia de género.

Estos centros, fundados por mujeres y para mujeres, son apoyados a través de un proyecto dentro del Programa de Derechos Indígenas, del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi), pero en días recientes, el gobierno federal anunció que como parte de las medidas ante la emergencia sanitaria se recortará el subsidio, lo que según la Red Nacional de casas de la Mujer Indígena les deja en estado de vulnerabilidad e incertidumbre porque no habrá recursos para continuar salvando la vida de las mujeres.

Para Lina Rosa Berrio, investigadora del Ciesas Pacifico Sur dedicada al tema de salud materna, explicó que «quitar el presupuesto a los Cami’s significa quitarle a las mujeres la oportunidad de vivir libres de violencia y de decidir sobre su cuerpo».

Resaltó que estos espacios suplen muchas veces al Estado en el tema de la salud, porque en las comunidades indígenas no hay médicos, expertos que den acompañamiento integral, por eso los Cami’s deben estar abiertos y ayudando a las mujeres.

“En donde no hay acceso fácil a las instituciones, son el primer espacio de la atención, hacen mucho de lo que les correspondería al estado, estas casas ya tienen 17 años y es un proceso largo de conformación, no es justo que se cierren».

“Nuestro CAMI no debe cerrarse, aquí salvamos vidas”

Los 17 años de historia han sido un reto para las activistas y feministas de la Casa de la Mujer Nääxwiin, quienes han luchado a favor de la vida y contra la violencia de género.

“Aquí salvamos vidas, por que las mujeres que viven violencia llegan y les brindamos un acompañamiento integral, platicamos con ellas y las orientamos, hablamos su lengua, el mixe, y eso facilita la comunicación; estamos al pendiente de su situación y buscamos que la violencia no forme su vida, por eso creemos que somos importantes y que estos espacios deben seguir abiertos, y más ahora en pandemia, donde vemos acelerada la violencia familiar”, puntualizaron.

Constanza Cruz Gutiérrez, Dora Ávila Betancourt, Estela Vélez Manuel, Zoila José Juan y Rubicela Cayetano Pesado son las fundadoras de la Casa de la Mujer Nääxwiin, que actualmente cuenta con 12 integrantes, entre abogadas, psicólogas, promotoras y defensoras de los derechos de las mujeres indígenas.

Hablan mixe y castellano y su voz ha sido fiel acompañante de mujeres víctimas de violencia de género y también de violencia obstétrica que viven las mujeres de esta zona norte del istmo de Tehuantepec, el reto actual es exigir un acceso a la justicia y atención.

Con información de: https://www.jornada.com.mx/

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