Rumbo al 2024

Acusan evasión de 21 mmdp con outsourcing.

Ciudad de México, 12 de febrero del 2020.- A través de la subcontratación ilegal, las empresas evaden cada año 21 mil millones de pesos en cuotas de seguridad social, sostuvo Zoé Robledo, director general del IMSS.

Este monto significa para el Seguro Social lo equivalente a construir 14 hospitales de segundo nivel o 210 unidades médicas de primer nivel de atención, explicó al participar en la inauguración del Parlamento Abierto en Materia de Subcontratación, realizado en el Senado de la República.

Robledo indicó que esta práctica afecta al instituto, a los trabajadores y al Gobierno.

En diciembre de 2019, agregó, el IMSS detectó 14 mil 553 empresas que dieron de baja a todo su personal -desde 101 hasta 500 empleados o más-, con lo que alrededor de 64 mil trabajadores y sus familias resultaron afectados.

Al dar de baja a los empleados por varios periodos al año, estos pierden su derecho a asistencia médica, expuso, lo que impacta más a quienes padecen enfermedades crónico degenerativas porque dejan de recibir tratamiento y pueden desarrollar complicaciones.

El titular del IMSS aseveró que la subcontratación ilegal también abarata el costo de la mano de obra; disminuye para los trabajadores sus ingresos y prestaciones; los empleados dejan de recibir ingresos por prima de antigüedad, vacaciones, aguinaldo y liquidación, y da menos estabilidad en el empleo.

Además, remarcó, se les registra con un salario menor al real, lo que repercute en sus ahorros para el retiro y la pensión.

La evasión produce menor recaudación de ingresos y esto reduce la capacidad del Gobierno para fondear la seguridad social, en especial los servicios de salud, pensiones y créditos de vivienda, sostuvo.

También entorpece el crecimiento de la infraestructura y capacidad instalada de las instituciones públicas para ofrecer mayores y mejores servicios de seguridad social.

Por ello, afirmó, el outsourcing también tiene que ver con urgencias saturadas y con tiempos de espera, debido a que durante muchos años se generó un entorno de normalización y no pasaba nada contra las empresas que realizaban estas prácticas que afectan al Seguro Social.

«Yo prefiero que los trabajadores en este País tengan mejores hospitales, mejores servicios y cada vez haya menos empresarios presumiendo sus aviones, yates, autos y relojes», dijo Zoé Robledo.

Agregó que, como el colesterol, hay outsourcing bueno y malo. El primero cumple reglas establecidas, puede ayudar a una organización y puede fortalecerse.

«Pero cuando hay abusos, engaños, simulaciones y arbitrariedades, no las podemos permitir. Cuando tenemos esta cara del agandalle, de los vivales, dañamos a todos los que pueden estar haciendo un uso correcto», apuntó.

Con información de: https://www.reforma.com/

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