Con ‘maldad’, Raiders hicieron del Azteca su casa
Ciudad de México, 22 de noviembre de 2016.
- El Coloso de Santa Úrsula se convirtió, por una noche, en casa de la NFL y los Oakland Raiders salieron victoriosos ante los Houston Texans.
- Un total de 76,473 aficionados abarrotaron el Estadio Azteca
Los Raiders hicieron del Estadio Azteca su segunda casa (bien podría ser la primera) y mandaron por un “hoyo negro” a los Houston Texans, a quienes vencieron por marcador 27 20 en el primer Monday Night Football fuera de Estados Unidos.
El encuentro no estuvo exento de polémica arbitral en al menos dos ocasiones con los Texans perjudicados.
Con el marcador empatado 20-20 en el último cuarto y los visitantes en 4ta y 1 en la yarda 15 de Oakland, los oficiales señalaron que Akeem Hunt no llegó al primer down, cuando las repeticiones evidenciaron que había logrado cruzar la marca.
Antes, en el primer cuarto, los referees quitaron una anotación a DeAndre Hopkins al silbar el final de la jugada porque supuestamente el receptor había pisado fuera, algo que jamás sucedió.
El Azteca se convirtió en una auténtica sucursal del Oakland Alameda Coliseum. A ritmo de bandas de rock como Ramones, The Who, Guns N’ Roses y Queen, los Malosos trataron de intimidar a los Texans en las tribunas, pero en el emparrillado la realidad fue otra.
Un duelo muy disputado entre líderes divisionales se vio en el Coloso de Santa Úrsula, donde las defensivas brillaron más que el ataque de ambos, y eso que los Raiders llegaron como la ofensiva 5 de la NFL.
La primera mitad fue la señal de que sería una batalla pareja hasta el final. Solo un gol de campo de Nick Novak iluminó la casilla de los Texans en el marcador, pero para el segundo cuarto los Raiders por fin entregaron una alegría a sus miles de seguidores.
De pronto, Carr recordó su nivel de MVP y encontró a Jalen Richard con un pase de 17 yardas para touchdown. En ese momento, la ovación viajó hasta las rampas fuera de las tribunas.
La locura fue aún mayor cuando minutos después la presión causó estragos en Tyler Ervin, quien perdió el ovoide en la patada de salida y los Raiders recuperaron en zona roja, pero solo sacaron un gol de campo.
Más allá de los abucheos ensordecedores, la defensiva de los Texans hizo caso omiso, como si los gritos de «¡Defense, Defense!» fueran dirigidos a ellos. Apenas en el inicio de la segunda mitad, A.J. Bouye aprovechó un mal pase profundo de Derek Carr para interceptar el ovoide.
Brock Osweiler y su ofensiva pagaron la buena jugada del defensivo con una serie que terminó en la tierra prometida con un acarreo de una yarda de Lamar Miller, quien apagó a la Raider Nation presente en las tribunas.
Luego de goles de campos de Raiders y Texans, Derek Carr despertó con un pase a Jamize Olawale, quien se impulsó por más de 60 mil gargantas de Raiders, corrió como si su vida dependiera de ello y entró a las diagonales para lograr un TD de 75 yardas.
Oakland decretó la remontada gracias al pase de Carr a Amari Cooper y el grito de «¡Raaaiders, Raaaiders!» bajó de las tribunas al emparrillado en señal de triunfo. La defensa se aseguró de frenar a los Texans y evitar que el canto de victoria fuera demasiado prematuro.
Con información de: http://www.mediotiempo.com/