México y Estados Unidos acuerdan liberación inicial de agua en la cuenca del Río Bravo
- El entendimiento bilateral prevé la liberación de 249 millones de metros cúbicos desde diciembre y la definición de un plan para subsanar el déficit hídrico antes de enero de 2026
Ciudad de México, 13 diciembre del 2025.- Los gobiernos de México y Estados Unidos anunciaron un entendimiento bilateral para la gestión del agua en la cuenca del Río Bravo, mediante el cual México liberará 249.163 millones de metros cúbicos de agua a favor de Estados Unidos a partir de la semana del 15 de diciembre. El acuerdo se enmarca en las negociaciones para atender el déficit extraordinario del ciclo anterior del Tratado de Aguas de 1944 y establecer un esquema definitivo a más tardar el 31 de enero de 2026.
El volumen convenido supera ligeramente los 246 millones de metros cúbicos cuya entrega inmediata fue solicitada por el presidente estadunidense Donald Trump, aunque se mantiene muy por debajo del monto global que, según el mandatario, México adeuda conforme al tratado bilateral.
El Tratado de Aguas de 1944 establece compromisos recíprocos entre ambas naciones, con entregas anuales por parte de Estados Unidos y la posibilidad de que México cumpla sus obligaciones en periodos quinquenales. El último de estos ciclos concluyó en octubre de 2025, en un contexto marcado por condiciones de sequía severa en la región fronteriza.
El entendimiento se dio tras las declaraciones del presidente de Estados Unidos, quien acusó a México de incumplir el acuerdo internacional y advirtió sobre la posible aplicación de un arancel de 5 por ciento a productos mexicanos. Ante este escenario, el gobierno mexicano reiteró su disposición a cumplir con los compromisos internacionales sin poner en riesgo el abasto de agua para la población.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo subrayó que el cumplimiento de los tratados debe realizarse con responsabilidad y equilibrio, priorizando la defensa del interés nacional y la seguridad hídrica del país.
En un comunicado conjunto, ambas administraciones señalaron que reconocen la importancia estratégica del Tratado de Aguas de 1944 y su impacto directo en las comunidades de ambos lados de la frontera, además de coincidir en la necesidad de fortalecer la coordinación técnica para una gestión más eficiente del recurso.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores precisó que México no ha violado el tratado, al explicar que las entregas se han realizado conforme a la disponibilidad real del agua, en un contexto de sequía extraordinaria que ha afectado a usuarios de ambos países. Añadió que las acciones emprendidas se apegan a los mecanismos binacionales y respetan los límites operativos e infraestructura de la región.
Finalmente, el gobierno mexicano reafirmó su disposición a mantener un diálogo permanente y constructivo con Estados Unidos, con el objetivo de alcanzar un cumplimiento equilibrado del tratado que atienda tanto las obligaciones internacionales como las necesidades internas del país.
