Cultura

Vargas Llosa fue fiel a sus posturas hasta el final de sus días

Guadalajara, Jalisco, a 03 de diciembre de 2025.-La esencia del premio Nobel de literatura peruano, Mario Vargas Llosa, fue contada por colegas y amigos, quienes, con pequeñas pinceladas compartieron con un público cautivo, anécdotas y detalles públicos y otros no tan conocidos de un autor que fue descrito como multifacético, generoso, curioso, divertido y que “siempre estuvo comprometido con sus posturas hasta el final de sus días”. Durante la charla “El humanista universal”, celebrada en el segundo día del homenaje al escritor, político, periodista y actor de teatro que “supo observar la compleja realidad social latinoamericana”, en palabras de Marisol Schulz Manaut, directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en una reunión que congregó también a Raúl Tola, escritor y periodista; a Pedro Cateriano, político peruano, y a Gabriela Warkentin, periodista mexicana, quienes hablaron del legado de Vargas Llosa como político y hombre de cultura.

“Es verdad que perdió las elecciones [como candidato a presidente de Perú en 1990], es decir, electoralmente no tuvo la victoria; pero hay que decirlo claramente, las propuestas económicas, la reforma del Estado; el impulso, digamos, a una economía de mercado frente a un estatismo que había destruido la economía del Perú, fueron las ideas y las propuestas que años después permitieron la reconstrucción del país”, dijo Pedro Cateriano,

La transición política de Vargas Llosa fue expuesta por Pedro Tola, también director de la cátedra Mario Vargas Llosa,  quien explicó cómo el novelista condenó la dictadura como gobierno, fue enemigo declarado de todo tipo de autoritarismos y pasó del comunista que apoyaba la revolución “al incrédulo que encuentra las certezas que había perdido en el liberalismo” y a desarrollar un pensamiento más igualitario hasta llegar a un liberalismo “muy orgánico”. “Era una persona que apostaba por la laicidad, es decir, por la diferencia y la distinción”.

“A lo largo del tiempo, Vargas Llosa fue solidario con distintos sectores de América Latina, y ha dicho las cosas de acuerdo con lo que pensaba, sin tener en consideración las consecuencias. Vargas Llosa probó su honestidad intelectual, de decir lo que pensaba, de ser franco y de alguna manera refleja eso también la capacidad como observador de las complejidades latinoamericanas”, subrayó el político peruano Pedro Cateriano.

La directora de la FIL, Marisol Schulz, quien fue editora del destacado escritor peruano por más de 17 años, señaló lo multifacético que era el autor de novelas como La ciudad y los perros, La casa verde y Conversación en La Catedral, pues fue político, periodista, escritor y actor de teatro pero, sobre todo, un gran conversador.

“A mí me sorprendía ese ser que podía ser la figura con la que hablabas de los temas más intelectuales, más elaborados y más complicados y luego bajarse al mundo cotidiano y ser el actor de Los cuentos de la peste con Aitana Sánchez-Gijón y disfrutarlo, porque lo disfrutó enormemente. Esa parte multifacética nos da mucha cuenta de ese humanismo”, dijo.

Los amigos, colegas y editores de Vargas Llosa coincidieron en que era un “gran prescriptor”, pues a través de sus letras provocó el interés de la gente por las novelas, los ensayos, las películas y obras de arte a las que hacía referencia o recomendó en sus escritos.

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