¿Por qué se usan platos de barro en las ofrendas?
Ciudad de México, 28 de octubre del 2025.- Cuando se habla de ofrendas, es casi seguro que a la mente de muchos vienen elementos muy parecidos. Menciona el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas que la ofrenda, como se le conoce hoy en día, es “un reflejo del sincretismo del viejo y el nuevo mundo”.
No es de extrañar que en el imaginario colectivo las ofrendas de Día de Muertos tengan velas, flores, comida, y hasta copal. Y cada elemento es de suma importancia, pues, en el caso particular de los altares a los muertos, según el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, “si faltara uno de ellos, se pierde el encanto espiritual que rodea a este patrimonio religioso”.
Entonces, ¿pasa lo mismo con los platos de barro? Hoy en Menú te contamos qué hay detrás del uso de platos de barro en las ofrendas de Día de Muertos.
¿Por qué se usan platos de barro en las ofrendas de Día de Muertos?
De acuerdo con información compartida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en muchas comunidades mexicanas se hace uso de indumentaria tradicional en las ofrendas de Día de Muertos, y uno de estos son los utensilios de barro.
En forma de platos, vasijas, tazones, y hasta tazas; el barro es uno de los materiales que tampoco faltan en las ofrendas de Día de Muertos. Y, aunque no hay un “manual” con respecto a los altares de muertos, en general, según el propio Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, se retoman elementos propios de cada comunidad; por ello ha variaciones entre las ofrendas de distintas regiones y/o comunidades.
En el caso particular del barro, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla menciona que era una parte importante del ajuar funerario de los rituales prehispánicos. Mientras que el Instituto Nacional de Antropología e Historia rescata el uso de los platos de barro como parte de rituales y ofrendas, así como del ajuar doméstico.
El uso del barro en las ofrendas de Día de Muertos, aunque no tenga un significado espiritual o ritualístico propiamente establecido, es parte de la herencia cultural prehispánica de México. Como dice el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, mientras los españoles llegaron con sus flores, ceras, y velas; los indígenas aportaron el cempasúchil, el barro, el incienso, y la comida.
Con información de: El Universal
