Premio Nobel de Química 2025 al japonés Susumu Kitagawa, al británico Richard Robson y al jordano Omar M. Yaghi
Ciudad de México, 08 de octubre del 2025.- El Premio Nobel de Química 2025 fue otorgado conjuntamente al japonés Susumu Kitagawa, el británico Richard Robson y al jordano Omar M. Yaghi por el desarrollo de un nuevo tipo de estructura molecular, llamada metalorgánicas.
“Las estructuras que crearon (estructuras metalorgánicas) contienen grandes cavidades por las que las moléculas pueden fluir hacia adentro y hacia afuera”, afirmó el Comité del Premio, a través de su sitio oficial.
Los galardonados han utilizado esta estructura molecular para captar agua del aire del desierto, extraer contaminantes del agua, capturar dióxido de carbono y almacenar hidrógeno. “Gracias a este trabajo, los químicos han podido diseñar decenas de miles de MOF diferentes, lo que ha facilitado nuevas maravillas químicas”, señaló el Comité del Premio.
Todo comenzó en 1974. Richard Robson, profesor de la Universidad de Melbourne, Australia, preparaba una clase clásica de química, en la que los estudiantes debían construir moléculas con barras y esferas.
“¿Qué pasaría si utilizara las propiedades inherentes de los átomos para unir diferentes tipos de moléculas, en lugar de átomos individuales? ¿Podría diseñar nuevos tipos de construcciones moleculares?”, fueron las preguntas que se hizo en aquél momento, pero tuvieron que pasar diez años para que decidiera experimentar al respecto.
Robson se inspiró en la estructura del diamante, donde cada átomo de carbono está unido a otros cuatro en forma de pirámide, pero en lugar de carbono, utilizó iones de cobre y una molécula con cuatro brazos, cada uno con un nitrilo en el extremo – un compuesto químico que atrae a los iones de cobre–.
Al combinar estos elementos, formaron una estructura cristalina regular, pero a diferencia del diamante, que es un material compacto, este cristal contenía una gran cantidad de cavidades grandes.
Con este resultado, Robson escribió un artículo en 1989, donde especula sobre el futuro y sugiere que esto podría ofrecer una nueva forma de construir materiales con propiedades nunca antes vistas, potencialmente beneficiosas.
Entre 1992 y 2003, Kitagawa y Yaghi –retomaron cada uno por separado– sentarían las bases de sus visiones al realizar una serie de descubrimientos revolucionarios. Kitagawa, quien trabajaba en la Universidad de Kindai, Japón, comenzó a investigar el potencial de crear estructuras moleculares porosas, sin un propósito específico.
Uno de sus avances más importantes ocurrió en 1997 cuando utilizando iones de cobalto, níquel o zinc y una molécula llamada 4,4′-bipiridina, su grupo de investigación creó estructuras metalorgánicas tridimensionales intersectadas por canales abiertos, que podía absorber y liberar metano, nitrógeno y oxígeno sin cambiar de forma.
En tanto, en 1992, cuando Yaghi estudiaba en la Universidad Estatal de Arizona, buscaba formas más controladas de crear materiales, con el propósito de usar un diseño racional para conectar diferentes componentes químicos, como piezas de Lego, y crear cristales grandes.
De acuerdo con el sitio oficial del Premio, un par de años más tarde, Yaghi publicó la estructura de dos materiales bidimensionales diferentes; estos eran como redes y se mantenían unidos por cobre o cobalto. Este último podía albergar moléculas huésped en sus espacios y, cuando estos estaban completamente ocupados, era tan estable que podía calentarse a 350 °C sin colapsar.
A partir de estos hallazgos, los químicos han podido diseñar decenas de miles de MOF diferentes. La industria electrónica ahora puede utilizar materiales MOF para contener algunos de los gases tóxicos necesarios para producir semiconductores, numerosas empresas también están probando materiales que pueden capturar el dióxido de carbono de fábricas y centrales eléctricas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Algunos investigadores creen que las estructuras metalorgánicas tienen un potencial tan enorme que serán el material del siglo XXI”, afirma el Comité del Nobel.
Kitagawa, Robson y Yaghi reiben el Nobel 2025 porque “han brindado a los químicos nuevas oportunidades para resolver algunos de los desafíos que enfrentamos”.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/