Charlas de taberna | Pelean ratas ninjas en Metro de Nueva York | Por: Marcos H. Valerio
En una escena digna de una película de acción, dos ratas se convirtieron en las inesperadas estrellas de un andén del metro de Nueva York al enfrentarse en un duelo que dejó boquiabiertos a los pasajeros.
El insólito espectáculo, ocurrido en una concurrida estación, fue grabado y compartido por el New York Post, desatando una ola de reacciones que oscilan entre la risa y la incredulidad. Los roedores, con movimientos rápidos y precisos, parecían ejecutar una coreografía al estilo “ninja”, capturando la atención de todos los presentes.
El video muestra a las ratas enfrentándose con agilidad, mientras los espectadores, entre exclamaciones como “¡Oh, Dios mío!” y “¡Mierda santa!”, no podían contener su entusiasmo ante la peculiar batalla.
Las risas y los gritos de asombro resonaban en el andén, transformando un momento cotidiano en un espectáculo inolvidable. La grabación, que rápidamente se viralizó, ha sido bautizada en redes sociales como la “pelea épica de ratas ninja”, acumulando miles de vistas y comentarios que celebran el curioso enfrentamiento.
Este episodio no solo arrancó sonrisas, sino que también puso en el centro del debate la presencia de fauna urbana en una de las ciudades más transitadas del mundo. La convivencia con roedores en espacios públicos como el metro neoyorquino es un tema recurrente, ya que estas escenas, aunque divertidas, reflejan los desafíos de mantener la higiene y el control de plagas en entornos metropolitanos.
Las ratas, habituales habitantes de la Gran Manzana, parecen haber encontrado en los andenes un escenario perfecto para sus hazañas.
La viralidad del video ha generado todo tipo de reacciones, desde memes hasta discusiones sobre la vida urbana en Nueva York. Mientras algunos usuarios elogian la agilidad de las “ratas ninja”, otros aprovechan para reflexionar sobre la necesidad de abordar la presencia de estos animales en la ciudad.
Lo cierto es que, por un momento, estas dos ratas lograron convertir un andén del metro en un improvisado ring de lucha, demostrando que, en Nueva York, incluso los roedores saben cómo robarse el espectáculo.