El Papa al Meeting: para que triunfe el diálogo, los creyentes deben osar la profecía
Ciudad de México, 21 de agosto de 2025.- «Ya no podemos permitirnos resistirnos al Reino de Dios, que es un Reino de paz». Y donde los responsables de los Estados y de las instituciones internacionales «parecen no lograr que prevalezcan el derecho, la mediación y el diálogo, las comunidades religiosas y la sociedad civil deben osar la profecía». Lo escribe el Papa León XIV al obispo de Rímini, Nicolò Anselmi, en el mensaje para el 46º Meeting por la Amistad entre los pueblos, firmado por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. Una profecía que pide abandonar «la idolatría del beneficio» que ha comprometido la justicia y la paz, para «servir al Dios vivo» y traducir el Evangelio «en formas de desarrollo alternativas a las vías de crecimiento sin equidad ni sostenibilidad». Así, «el desierto se convierte en un jardín» y la «ciudad de Dios», anunciada por San Agustín, «transfigura nuestros lugares desolados».
El tema: «En los lugares desiertos construiremos con ladrillos nuevos»
El mensaje se inspira en el tema del Meeting 2025, que se celebra del 22 al 27 de agosto en la Feria de Rímini, cita veraniega promovida por el movimiento Comunión y Liberación, «En los lugares desiertos construiremos con ladrillos nuevos», que, subraya, es una invitación a la esperanza «que no defrauda». En el desierto, ante todo, nace el pueblo de Dios, que solo en su camino entre sus asperezas «madura la elección de la libertad». Y el Dios bíblico «lo hace florecer como un jardín de esperanza». Los monjes y monjas habitan el desierto «en nombre de todos nosotros», junto al «Señor del silencio y de la vida». El Papa aprecia que una de las exposiciones del Encuentro esté dedicada al testimonio de los mártires de Argelia, en los que «resplandece la vocación de la Iglesia a habitar el desierto en profunda comunión con toda la humanidad, superando los muros de desconfianza que enfrentan a las religiones y culturas», imitando íntegramente «el movimiento de encarnación y donación del Hijo de Dios».
Los numerosos diálogos del Meeting
Según se lee en el mensaje, los «ladrillos nuevos» con los que construir «ese futuro que Dios ya tiene reservado para todos, pero que solo se abre cuando nos acogemos unos a otros» serán los «diálogos entre católicos de diferentes sensibilidades y con creyentes de otras confesiones y no creyentes». Para «osar la profecía», las comunidades religiosas y la sociedad civil deben «dejarse empujar al desierto» y ver qué puede surgir «de tanto, demasiado dolor inocente». Para los católicos italianos, se trata de «caminos de educación a la no violencia, iniciativas de mediación en los conflictos locales, proyectos de acogida que transformen el miedo al otro en oportunidad de encuentro», que León XIV recomendó a los obispos italianos promover, en la audiencia del 17 de junio. Para hacer de cada comunidad una «casa de paz», «donde se aprende a desactivar la hostilidad a través del diálogo, donde se practica la justicia y se custodia el perdón».