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Es posible presionar a Rusia para que termine la guerra: Zelensky

Kiev, 31 de julio del 2025.- El presidente ucranio, Volodymir Zelensky, pidió este jueves aumentar la presión para «un cambio de régimen» en Rusia, después de que una andanada de bombardeos dejara once muertos y más de cien heridos en Kiev y de que Moscú anunciara la toma de una posición clave.

Zelensky calificó los bombardeos de «asesinatos ejemplarizantes» y afirmó que cree que es posible presionar a Rusia para terminar con la guerra, que comenzó en febrero de 2022 con la invasión a gran escala de las tropas de Moscú.

«Creo que es posible presionar a Rusia para que ponga fin a esta guerra. Ella la empezó y es posible obligarla a terminarla», declaró Zelensky después de los bombardeos rusos, que mataron a al menos once personas en Kiev, según el Ministerio ucranio del Interior, incluido un niño de seis años.

El mandatario ucranio advirtió que «si el mundo no aspira a cambiar el régimen en Rusia, eso significa que, incluso después de que termine la guerra, Moscú seguirá intentando desestabilizar a los países vecinos», agregó en un discurso en línea durante una conferencia en Finlandia para celebrar los 50 años de la Conferencia de Helsinki, que apaciguó las tensiones durante la Guerra Fría.

Zelensky pidió que, además de congelar los activos rusos, estos sean utilizados contra Moscú.

El ataque con drones y misiles también dejó 135 heridos, entre ellos doce niños, indicó en Telegram la administración militar de la capital ucraniana.

«Una mañana horrenda»

Periodistas de AFP vieron edificios residenciales en ruinas, autos calcinados y bomberos intentando apagar los restos de un incendio, mientras los equipos de rescate buscaban sobrevivientes entre los escombros.

Timofii, un habitante de Kiev, relató que se despertó por «el ruido de un misil». «Todo se me vino encima, fue aterrador», contó este residente del barrio de Solomianski, cuyo apartamento quedó destruido y que afirmó que vivió «una pesadilla».

El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sibiga, reiteró sus llamados a aumentar la presión sobre Rusia, después de lo que calificó como «una mañana horrenda en Kiev», citando la destrucción de edificios residenciales y los daños a escuelas y hospitales.

«Es hora de aplicar la máxima presión sobre Moscú», declaró el canciller, que afirmó que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «ha sido muy generoso y muy paciente» con el mandatario ruso, Vladimir Putin.

Este ataque de Rusia se produjo después de que Trump diera el lunes un ultimátum de diez días a Putin para terminar la guerra en Ucrania, amenazando con imponer más sanciones.

Tras la advertencia de Trump, el ex presidente ruso Dmitri Medvedev, actual número 2 del Consejo de Seguridad, dijo en X que «cada ultimátum es una amenaza y un paso hacia la guerra», a lo que el republicano respondió este jueves señalando que el ruso se estaba adentrando «en una zona muy peligrosa».

Rusia reivindica bastión clave

El ejército ruso reivindicó este jueves la toma de Chasiv Yar, una localidad de Donetsk que constituye una posición clave del frente oriental, pero un portavoz militar de una unidad ucraniana desplegada en la zona lo desmintió rápidamente.

«Siempre aconsejo no considerar al Ministerio de Defensa ruso como fuente de información. Simplemente mienten de forma sistemática, y el mero hecho de pedirnos cada vez que comentemos sus últimas mentiras es un error», afirmó Viktor Tregubov, portavoz del Grupo Estratégico Operativo de Fuerzas de Jórtitsia.

En Telegram, Oleksander Kovalenko, especialista militar ucranio, consideró que es «demasiado pronto» para afirmar que Chasiv Yav pasó bajo control de las fuerzas rusas, y consideró que la defensa de la ciudad desde hace más de dos años representa ya un «récord absoluto» para el ejército ucraniano.

Si se confirma la reivindicación de Rusia, las tropas de Moscú conseguirían una posición estratégica en lo alto de una colina, tras meses de sumar avances en el terreno muy lentamente, pero a un ritmo constante.

Chasiv Yar tenía cerca de 12 mil habitantes antes de la guerra, pero ahora está totalmente arrasada.

La toma de la totalidad de Donetsk es una prioridad para el Kremlin desde que reivindicó la anexión de esta región como parte de su territorio en septiembre de 2022.

Pese a la presión de Estados Unidos, Rusia intensificó en las últimas semanas sus bombardeos contra Ucrania y el último ciclo de conversaciones de paz en Estambul evidenció nuevamente la distancia de las posiciones de ambos bandos.

Rusia reclama las cuatro regiones ucranias parcialmente ocupadas, cuya anexión reivindicó en septiembre de 2022: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, y exige que Kiev renuncie a su aspiración de entrar en la OTAN. Unas condiciones que tanto Ucrania como sus aliados occidentales consideran inaceptables.

Con información de: Afp

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