Cultura

Nueva unidad en Cultura debe acompañarse de presupuesto: Irma Pineda

Ciudad de México, 20 de julio de 2025.- “Sí, es necesario hablar de culturas vivas, pero quizás no hubiera sido tan necesaria la creación de una unidad o una instancia más dedicada a las culturas cuando pues ya existía la Dirección General de Culturas Populares, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), el mismo Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) y todas instancias encargadas de trabajar con estas culturas vivas”.

Esto lo comenta la poeta zapoteca Irma Pineda a propósito del anuncio efectuado por la secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, sobre el relevo en el timón del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la creación de una nueva instancia de gobierno: el antropólogo Diego Prieto dejó la dirección del instituto para asumir la titularidad de la Unidad Estratégica de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, misma que quedará conformada una vez se publique la actualización del Reglamento de la Secretaría de Cultura, mientras que el antropólogo Joel Omar Vázquez Herrera asume la titularidad del INAH.

“También tengo entendido o he escuchado que hacia futuro la idea es ir desapareciendo estas instancias que he mencionado para concentrarlas (las líneas de acción de cada dependencia) en la Unidad de Culturas Vivas”, comenta Pineda y sostiene que, en todo caso, la SEP debe involucrarse de lleno para implementar acciones medulares como la construcción o el fortalecimiento de programas educativos para la preservación de las lenguas indígenas.

“Recordemos que la escuela fue la que prácticamente arrancó las lenguas de los pueblos con violencia emocional, psicológica y física. La escuela todavía tiene un enorme poder en las comunidades y puede tener la capacidad de devolver la lengua a los pueblos”.

Incluso declara que no hubiera sido descabellado sectorizar el Instituto Nacional de Leguas Indígenas (Inali) a la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Abogar por presupuesto

Pineda, quien fue representante de los pueblos originarios de México, Latinoamérica y el Caribe ante la ONU de 2020 a 2022, comenta que sin duda alguna un proyecto con la ambición que se intuye para la Unidad de Culturas Vivas debe acompañarse de presupuesto.

“Sobre todo porque también los pueblos y comunidades están desarrollando muchas propuestas y sería importante que las instituciones de gobierno acompañen estos procesos, financiando y asesorando cuando así las comunidades lo soliciten. Es decir, la mayoría de los pueblos indígenas tiene sus propios proyectos en función de sus necesidades y su cosmovisión y muchas veces no necesitan proyectos de fuera. No necesitan que el gobierno les llegue a decir qué van a hacer. Lo que a veces sí se necesita son ciertas asesorías técnicas y, reitero, presupuestos. Ahí es donde hay que prestar atención”.

Por cierto, el anuncio de la conformación de la Unidad de Culturas Vivas coincide con el inicio esta misma semana de las reuniones del Legislativo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la presentación de los Pre-Criterios Generales de Política Económica y el armado del Paquete Económico 2026, y con éste las conversaciones y pujas para la asignación presupuestal para el sector cultura.

“El sector cultural es el primero que sufre recortes y en éste las instituciones que tienen que ver con población originaria o con culturas y lenguas indígenas son de las que más sufren estos recortes presupuestales”.

Además, señala que en la mayoría de los casos, al menos un 60% de las asignaciones presupuestales se ha dirigido a la burocracia.

Un nuevo censo sobre lenguas

En 2008, se publicó el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales donde se difundió que en México, en aquel entonces, existía un total de 68 lenguas con 364 variantes, de las cuales 64 se encontraban en muy alto riesgo, 43 en alto riesgo y 72 en riesgo mediano. Desde entonces y a la fecha, ¿qué ha pasado con las variantes más próximas a la desaparición?

La también activista coincide en que es necesaria una actualización del catálogo, quizás como una de las acciones a tomar en el corto plazo para la instancia por crearse, no solamente pensando en las variantes en alto riesgo sino, indica:

“Claro que en estos últimos 15 años ha habido modificaciones, algunas lenguas prácticamente desaparecidas, pero también lenguas que se están reivindicando. Pienso, por ejemplo, en la lengua ndé o apache, como se le conoce, que parecía una lengua desaparecida y, sin embargo, ahora hay una población hablante que está solicitando su reconocimiento en el catálogo”.

Por todo lo anterior, Pineda considera positivo que esta nueva unidad sea dirigida “por alguien con mucha experiencia en la función pública y en el trabajo con pueblos y comunidades indígenas”. Y, sobre la incorporación de instancias como el Fonart, el Inali o Culturas Populares a la dependencia de nueva creación, desea que “sea para su verdadero fortalecimiento”.

Lo preponderante, concluye, es que no se viole el derecho a la consulta que poseen todos los pueblos y comunidades indígenas, un asunto fundamental porque esto es un punto de vulneración que facilita la proliferación de prácticas de extractivismo.

Con información de: Economista

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