Exhibe el Museo de Arte Carrillo Gil más de 40 años del trabajo de Yani Pecanins
Ciudad de México, 03 de julio del 2025.- El Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) realizará la primera revisión de más de cuatro décadas del trabajo de la artista, editora y gestora cultural Yani Pecanins (1957-2019), con Las cosas sencillas, exposición de más de un centenar de obras, entre instalación, libros de artista, objetos intervenidos y piezas inéditas, que será abierta al público el sábado.
Hace 12 años Mariana de Jesús Doehner Pecanins, su nombre completo, presentó en el recinto la muestra intimista Paseo de gracia, de arte objeto, collage y libros de artista, en la que tuvo como protagonista a su madre, Teresa Pecanins (1930-2009), codirectora de la extinta Galería Pecanins (1964-2010). En ese entonces recibió una beca del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2010-2013).
En muchas de las piezas de Paseo de gracia había pedacitos de la galería, ya sea catálogos o recibos, notas, en tanto otras contenían cosas de mi mamá que, como hacía cine, coleccionaba papel tapiz y chácharas de las que me apropié y a partir de ellas empecé a trabajar, señaló Pecanins a La Jornada (17/12/13).
Sin embargo, Las cosas sencillas se centra en la producción de esa mujer de bajo perfil que solía mostrar su obra más bien en la galería de su familia. De allí que su trabajo resultará todo un descubrimiento para el público asiduo al MACG.
El coleccionista Rogelio Pereda, quien prestó seis piezas para la exhibición, empezó a comprar obra de la artista desde su primera exposición en la Galería Pecanins. Lo suyo era una obra diferente, un poco dadaísta al trabajar con objetos encontrados que juntaba y armaba, y sobre los cuales escribía sus diálogos interiores con una delicada caligrafía. El año pasado Pereda y el crítico de arte Luis Carlos Emerich (1939-2025) –a cuya memoria también está dedicada la muestra– donaron seis obras, de un conjunto de 89, al Museo de Arte Moderno.
Al parecer los textos de Emerich, fallecido el 28 de mayo pasado, sobre la obra de Yani fueron fundamentales durante la investigación de la muestra para armar el cuerpo curatorial. Con motivo de Lost and found, montada en 2001 en la Galería Pecanins, Emerich escribió: ‘‘Por más de dos décadas, la ‘materia prima’ de las obras de Yani Pecanins ha sido su intuición para descubrir el potencial expresivo/reflexivo de objetos utilitarios desechados. Su proceso de trabajo ha consistido en trasponerlos y reasociarlos conforme a una ‘lógica’ impuesta por ellos mismos, abriendo un campo connotativo ajeno a sus funciones originales, con un aliento siempre metafórico”.
Pereda conocía a Yani desde siempre porque Luis Carlos fue íntimo amigo de María Teresa y su hermana Ana María, directoras de la Galería Pecanins. Nuestro vínculo se robusteció cuando Tere empezó a trabajar directamente con Luis Carlos porque ella fue la que prácticamente montó todas las exposiciones que él curó para el Museo de Arte Contemporáneo en Monterrey.
La expositora fue más bien autodidacta, si bien respiró el arte desde niña. Además, su familia estaba relacionada con el arte en Barcelona. Primero fundó la editorial independiente Cocina Ediciones (1977-1993), en la que trabajó en la producción, diseño y publicación de libros de artista. Luego abrió, junto con Gabriel Macotela y Armando Sáenz Carrillo, la librería El Archivero (1985-1993), dedicada a exhibir, coleccionar y promocionar los libros de artista.
Intimismo
En 1993, Yani obtuvo la beca Fonca-Bancomer-Rockefeller para una residencia en el Headland Center for the Arts de San Francisco. En los años 90 empezó a exhibir su obra que, a decir de Pereda, encierra un dolor, una soledad, muy fuertes, expresados por medio de los objetos perdidos y encontrados que juntaba y luego armaba.
Para el académico universitario y fotógrafo, la timidez de Yani no le dejaba promover su trabajo, a pesar de tener un mundo interior muy rico. Los artistas más cercanos a su tipo de obra serían Lucero Isaac y Alan Glass. No obstante, Yani tenía una intimidad más fuerte que ellos. Alan, continúa, fue muy amigo de Tere, quien iba a los mercadillos de antigüedades con el artista surrealista. Según el coleccionista, Yani aspiraba a ser como Glass, aunque la propia naturaleza de su obra le impedía llegar a esas dimensiones; su trabajo es muy íntimo.
Entre las piezas que Pereda prestó para la exposición se encuentra la obra quizá más grande que haya hecho la artista. Memoria frágil (2000) consta de objetos encontrados montados en un botiquín para baño con tres espejos plegables. Mide 6.2 centímetros de alto y 16 centímetros de ancho. Pesa aproximadamente 25 kilos.
La obra de Yani no es decorativa, sino contestataria, aunque es bonita, asegura a La Jornada. Otra pieza adquirida por Pereda, Reconstrucciones (1998), es un vestido de niña lleno de piedras, intervenido con caligrafía en tinta, piedras e hilo. En el momento, le dije haberlo comprado porque Virginia Woolf logró suicidarse por ahogamiento al llenar su vestido de piedras, detalle que Yani desconocía. Ahora forma parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno.
De las seis piezas prestadas para la exposición, Pereda prevé donar cuatro de ellas al MACG, como parte de un conjunto de 80 obras de diferentes artistas que ofrecerá.
La exposición Yani Pecanins: Las cosas sencillas será inaugurada el sábado a las 12 horas, en el Museo de Arte Carrillo Gil (avenida Revolución 1608, colonia San Ángel).
Con información de: https://www.jornada.com.mx/