La IED automotriz china se expande en México: USITC
Ciudad de México, 01 de julio del 2025.- La Inversión Extranjera Directa (IED) china en la industria automotriz mexicana se ha expandido significativamente en los últimos años, destacó la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por si sigla en inglés).
En su informe Reglas de Origen Automotriz del T-MEC: Impacto Económico y Operación 2025, difundido este martes, la USITC detalla los flujos de estas inversiones chinas a México.
Según datos de los mercados de IED, de 2019 a 2023, las empresas automotrices chinas anunciaron 32 inversiones greenfield (es decir, nuevas inversiones, no adquisiciones ni fusiones) en México, lo que colocó a México en cuarto lugar detrás de Estados Unidos, Alemania y Japón. De esas inversiones, 11 (34%) ocurrieron en 2023.
La USITC refiere que de acuerdo con una estimación separada, la participación de China en la IED global en la fabricación de vehículos automotores y autopartes mexicanas por valor aumentó más de 5.1% durante 2013-17 a 10.5% durante 2018-22.
Su conclusión: las empresas chinas han aumentado las inversiones en México y otros países que brindan acceso a nuevos mercados.
Las inversiones de China en México se han concentrado en la producción de vehículos y autopartes, representando un poco menos de la mitad de todas las inversiones corporativas chinas en México (7,060 millones de dólares) en 2022 y 2023.
De enero de 2023 a mayo de 2024, el 35% de las inversiones anunciadas por China en México apoyaron la producción de vehículos eléctricos. “Estas inversiones pueden haber sido subsidiadas por el gobierno chino, que según se informa apoya fuertemente la industria china de vehículos eléctricos”, agregó la USITC.
Según múltiples fuentes, las crecientes inversiones sugieren que las empresas chinas planean usar a México para acceder al mercado estadounidense y evitar los aranceles y las sanciones económicas estadounidenses.
De hecho, la USITC argumentó que la inversión china en la industria automotriz de México se correlaciona positivamente con las exportaciones de autopartes chinas a México y las exportaciones mexicanas de vehículos y autopartes a Estados Unidos.
De 2019 a 2024, las importaciones mexicanas de autopartes provenientes de China aumentaron de 11,400 millones de dólares a 13,200 millones de dólares, y las exportaciones mexicanas de vehículos y autopartes a Estados Unidos aumentaron de 99,000 millones de dólares a casi 183,000 millones.
Un representante laboral afirmó a la USITC que la creciente proporción de importaciones estadounidenses de vehículos provenientes de México que no reclaman la preferencia del T-MEC es evidencia de que las empresas chinas están aprovechando los bajos costos laborales en México, pero no están aumentando el contenido para cumplir con las reglas de origen.
Ese mismo representante laboral también afirmó que China podría establecer ensamblaje de vehículos o producción de autopartes en México, pagar el arancel de nación más favorecida de 2.5% y acceder al mercado estadounidense libre de los aranceles de las secciones 232 y 301.
México ofrece ventajas a la inversión china más allá de evitar aranceles. Comparte frontera con Estados Unidos, un mercado importante para vehículos motorizados y autopartes. México es también el séptimo mayor productor de vehículos del mundo y un importante proveedor global de autopartes.
Exporta la mayoría de los vehículos que produce anualmente, y la mayoría (76%) se destina a Estados Unidos.
Además, los 13 acuerdos comerciales de México con 50 países lo convierten en una plataforma de exportación potencialmente valiosa.
El país también tiene bajos costos laborales; en 2020, los costos laborales de manufactura por hora en México (4.82 dólares) fueron más bajos que los costos laborales por hora de China (6.50 dólares).
En suma, múltiples factores superpuestos -económicos, políticos y geopolíticos- han impulsado la expansión de la IED china a México.
Estos incluyen aranceles preferenciales bajo el T-MEC, el aumento de los costos laborales en China, las tensiones entre Estados Unidos y China, y los aranceles y otras restricciones que ambos países han impuesto a los bienes importados entre sí.
La Covid-19, si bien ha sido un factor disruptivo, también ha sido un impulsor, acelerando estas tendencias. Las disrupciones comerciales inducidas por la pandemia han aumentado la conciencia de los gobiernos sobre su dependencia de China y sobre la creciente vulnerabilidad de las cadenas de suministro globales a las perturbaciones.
Para la USITC, esta conciencia ha impulsado aún más la consideración de ciertas piezas de vehículos (por ejemplo, semiconductores y baterías) como estratégicas.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/