Washington, D.C.— El Congreso de Estados Unidos se prepara para votar el megaproyecto presupuestal promovido por Donald Trump, que contempla la creación de un impuesto del 1% sobre remesas enviadas en efectivo o instrumentos físicos como giros postales y cheques de caja.
Incluida en la sección 70605 del “One Big Beautiful Bill Act”, la propuesta busca que las empresas remesadoras recauden el impuesto al momento de la operación y lo transfieran al gobierno trimestralmente. De no hacerlo, serán responsables del pago correspondiente.
La medida, que excluye transferencias hechas desde cuentas bancarias o con tarjetas emitidas en EU, aplicaría a partir del 31 de diciembre de 2025.
El Banco de México expresó su preocupación, advirtiendo que el impuesto podría afectar a millones de familias vulnerables en México, incentivar canales informales de envío y reducir el consumo en regiones dependientes de remesas.
Además del nuevo gravamen, el proyecto de ley contempla recortes sociales, más fondos para defensa y control fronterizo, así como la extensión de recortes fiscales iniciados en 2017. La votación clave se espera este fin de semana en el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.
