Vino y maridaje, una experiencia para descubrir nuevos sabores
Ciudad de México, 24 de junio de 2025.- Una de las experiencias gastronómicas que cautiva los sentidos y enriquece momentos cotidianos es la de beber vino y su maridaje, ya que se trata de una vivencia única para explorar sabores nuevos y compartir instantes especiales con otros.
México destaca por su producción de vinos. Hay varias regiones en las que se elabora esta bebida milenaria; una de ellas es la zona de Chihuahua, ya que es parte de los 17 estados vitivinícolas. De acuerdo con el Consejo Mexicano Vitivinícola, se ubica en el octavo lugar de producción de uva para vino y, actualmente, cuenta con 500 hectáreas ya plantadas.
Jannet Ochoa, sommelier, explicó a La Razón que en Chihuahua, con base en el índice Winkler, un indicador bioclimático utilizado para clasificar las regiones vitivinícolas según su temperatura, se descubrió que este estado tiene las cinco áreas de esta clasificación, por lo que esto ha servido como guía para identificar qué variedades de uvas se pueden cosechar,. “Chihuahua tiene todas las cualidades para hacer un vino de calidad”, dijo.
La experta en vinos señaló que el consumo nacional de la bebida aumentó tras la pandemia, además de que los jóvenes también se han acercado a vivir esta experiencia desde la riqueza gastronómica. “Se están dando la oportunidad de esas experiencias y, lejos de embriagarse, más bien la han visto como una experiencia y acompañamiento con sus platillos”, mencionó la sommelier Jannet Ochoa.
La especialista indicó que en países, como Francia, España o Italia esta bebida es parte de la alimentación cotidiana de las personas, por lo que se espera que “así como nosotros de pronto tenemos conceptualizados unos taquitos y lo primero que pensamos es en un refresco”, también ocurra algo similar con el vino.
En ese sentido, mencionó que para tener mayor acercamiento a esta bebida, lo primero que recomienda es perderle el miedo y experimentar.
“También tienes que identificar cuál es tu presupuesto. Podemos encontrar vinos muy accesibles en cuanto a precios. Ir, por ejemplo, a nuestra tienda de preferencia y de ahí podemos irnos por regiones o países. A las nuevas generaciones les diría que empiecen con vino mexicano de Chihuahua, de Valle de Guadalupe…”, explicó.
Jannet Ochoa recomendó optar por vinos blancos de uva chardonnay o sauvignon blanc. Mientras que del lado de los tintos sugiere merlot, pinot noir o malbec. Asimismo, también invita a que las personas se animen a probar bebidas que tengan dos o tres uvas, ya que pueden encontrar sabores más equilibrados y estructura. “Se vuelve un poquito más versátil, más amigable para el paladar”, comentó la especialista.
Otro aspecto es el maridaje, que es muy importante a la hora de beber vino. Si bien se tiene que considerar el estilo de comida y el tipo de cocciones de las proteínas, la sommelier dijo que en la combinación tradicional de alimentos y bebidas, el vino blanco y rosado era para acompañar carnes blancas y, el tinto, con carnes rojas. Sin embargo, ella sugiere igualmente perder el miedo y experimentar con distintas combinaciones para encontrar el mejor.
“Es como retomar ese niño interior que tenemos, descubriendo sabores, las texturas, basándonos en todas las características que tenga el vino, como pueden ser los aromas y los sabores. Por ejemplo, si tengo un tinto con una astringencia media, una acidez media, a lo mejor éste me invita a comerlo con una pizza o una lasaña”, agregó Jannet Ochoa.
La especialista comentó que esta bebida es muy versátil y se puede conjugar con comida rostizada o hasta unos esquites, burritos o tacos de barbacoa.
Con información de: La Razón