Hoy más que nunca, las humanidades son necesarias: López Leyva.
- Inauguró el III Congreso Internacional de Ética y Bioética.
- Estas deben asumir un papel crítico y activo en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, estimó Ana Carolina Sepúlveda Vildósola.
En estos tiempos en que las incertidumbres prevalecen y los marcos analíticos cambian con rapidez, es de la mayor relevancia no perder de vista los fundamentos de nuestra vida social, externó el coordinador de Humanidades de la UNAM, Miguel Armando López Leyva.
Estos últimos competen a los gobiernos, pero requieren de la atención y reflexión de otros agentes, entre ellos la academia y la sociedad civil, abundó al presidir la puesta en marcha de los trabajos del III Congreso Internacional de Ética y Bioética 2025. “Afrontando los desafíos de la vulnerabilidad y la dignidad en nuestro tiempo”, organizado en colaboración con otras instituciones públicas.
Las desigualdades continúan en aumento, entre géneros y en el desempleo juvenil, junto con las disparidades en cuanto a oportunidades, riqueza y poder, señaló el también investigador del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS).
“Son inexorables a otras discusiones no menores sobre el desarrollo, igualdad sustantiva, bienestar, autonomía, inclusión, justicia, protección civil, reducción de desastres, cooperación internacional, crisis humanitarias, migración, conflictos bélicos, violencia, tecnología, capacidades institucionales, avances, límites en cuanto a los derechos sociales y, por supuesto, las encrucijadas derivadas de la dimensión ética”, acotó.
Las humanidades presentes en este Congreso son, hoy más que nunca, necesarias para el ámbito médico y para el mundo en general, abundó.
Como anfitriona, Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, directora de la Facultad de Medicina (FM), expuso: Las crisis globales, como el cambio climático, las pandemias, la escasez hídrica y el deterioro de los sistemas de salud, nos exigen repensar la bioética como la herramienta para la protección individual y la prevención de los riesgos sistémicos que amenazan la vida en su conjunto.
A partir de esta mirada, la bioética y la ética médica, continuó, deben asumir un papel crítico y activo en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, en la transformación de las políticas de salud, en la defensa de los derechos humanos y en la promoción de la dignidad como principio rector.
Este Congreso se desarrolla bajo el lema “afrontando los desafíos de la vulnerabilidad y la dignidad de nuestro tiempo”, y nos convoca a mirar críticamente los retos que enfrentamos como sociedad en un mundo marcado por profundas desigualdades, crisis globales y transformaciones tecnológicas que interpelan los principios fundamentales de la bioética, destacó.
En el auditorio “Dr. Gustavo Baz Prada”, del Palacio de la Escuela de Medicina, explicó que la vulnerabilidad ha sido, desde los orígenes de la bioética y la ética médica, un concepto clave para identificar a pacientes y grupos en riesgo frente a daños, injusticias o inequidades en el acceso a la salud.
A su vez, Patricio Santillán Doherty, Comisionado Nacional de Bioética, dejó en claro que hay que “devolver a las actividades biomédicas su aspecto humanístico. Las humanidades son importantes, tenemos que regresar a ellas porque son el sostén que le da valor a la aplicación del conocimiento biomédico que hacemos cotidianamente a través de procesos de atención, educativos, así como de investigación y producción de conocimiento”.
Advirtió que si no sustentamos todas esas acciones en cuestiones humanísticas, humanitarias y respaldado en todo el conocimiento que otorga esta disciplina, “vamos a estar perdidos”.
Como parte de los 65 años de la FM se entregaron reconocimientos a tres académicos e investigadores por su trayectoria en Bioética: María de las Mercedes Guadalupe De la Garza Camino, investigadora emérita del Instituto de Investigaciones Filológicas; Carlos Viesca Treviño, de la FM; y Fernando Lolas Stepke, de la Universidad de Chile.
Estuvieron Gabriela Borrayo Sánchez, secretaria General de la FM; Mary Frances Rodríguez Van Gort, directora de la Facultad de Filosofía y Letras; José Moya Medina, representante en México de la Organización Panamericana de la Salud; y Francisco Javier Ochoa Carrillo, presidente de la Academia Nacional Mexicana de Bioética.